domingo, 23 de septiembre de 2012

PEMEX:NEGLIGENCIA CRIMINAL

PEMEX: SALDO ROJO
Martín Diaz Salazar

En estas páginas ya lo habíamos advertido: la negligencia en PEMEX puede ser la causa de más accidentes y puede llegar a costar vidas.

En poco más de un mes, tres accidentes ocurrieron en Ciudad Madero. Ahora le tocó a Reynosa.

29 trabajadores fallecidos, más de 40 lesionados, algunos de ellos de gravedad, y 7 desaparecidos, es el saldo en daños personales hasta el cierre de esta edición por la explosión del día 18 de septiembre en las instalaciones de la Planta Criogénica de Petróleos Mexicanos.

Los daños materiales hasta ahora no se han terminado de cuantificar, pero se habla de alrededor de 150 millones de dólares.

Horas de terror.

Por más de cuatro horas se tuvo que interrumpir la circulación de la Carretera Reynosa – Monterrey debido al riesgo de otra explosión en la Planta Criogénica de PEMEX.

A las 10:45 de la mañana, un primer estruendo se produjo dentro del Complejo de la Planta Criogénica ubicada en el kilómetro 19 de la carretera a Monterrey.

Los trabajadores que se encontraban en los alrededores de la explosión murieron instantáneamente calcinados, debido a que la temperatura alcanza cientos de grados centígrados. Los cuerpos de estos trabajadores quedaron irreconocibles y a muchos de ellos no los han podido identificar.

Cuarto accidente en 40 días

El accidente que se presentó en las instalaciones de PEMEX de Reynosa, fue el cuarto de los que se han presentado en Tamaulipas en los últimos cuarenta días.

En la Refinería Francisco I. Madero de la ciudad de Madero, Tamaulipas, se han presentado últimamente tres accidentes, dos de los cuales han tenido consecuencias fatales.

El accidente en Reynosa se produjo cuando personal de compañías externas se encontraban realizando labores de mantenimiento dentro del Complejo. Es por eso que, de acuerdo a los comunicados oficiales de PEMEX, se ha reconocido que solamente 4 fallecidos eran trabajadores de la paraestatal y el resto eran de empresas privadas que le dan servicio a PEMEX.

Simulacro de simulacro.

Una semana antes de la explosión en Reynosa, el día 11 de septiembre, en la página oficial de Pemex se dio a conocer un boletín titulado “Pemex realizó exitosamente simulacro de incendio en la Central de Medición Km.19”, en el que se informa que el ejercicio consistió en una supuesta explosión e incendio en el cabezal de 36 pulgadas, que puso en marcha el Plan de Respuesta a Emergencias de la instalación.

El simulacro se hizo realidad una semana después y se convirtió en una pesadilla. ’’

Desaparecidos: sin cadáver, no hay indemnización.

Los familiares de al menos 7 personas que fallecieron en el lugar de los hechos, se encuentran en una grave situación de indefensión.

Ha sido práctica común de PEMEX desamparar a las familias de los desaparecidos por causa de la violencia imperante.

Se han presentado muchos casos en los que los trabajadores de Pemex, al salir a trabajar al campo, ya no regresan y están en calidad de desaparecidos, porque se presume que han sido víctimas del crimen organizado.

Y en esos casos, PEMEX no paga las indemnizaciones ni las pensiones con el argumento de que si los familiares no presentan el cadáver, no procede la indemnización y dejan en total desamparo a estas familias.

En el caso de la explosión del día 18, debido a la magnitud de la explosión, se cree que los trabajadores que estaban más cerca del fuego quedaron desintegrados, por lo que será imposible recabar evidencias de sus cuerpos. Y si aplican la misma ley, al menos 7 familias quedarán en total abandono y sin apoyo alguno.

Privatización encubierta.

El número de víctimas subcontratadas por la paraestatal, nos da un indicio de que en la práctica, la privatización de PEMEX sigue avanzando. Antes Petróleos Mexicanos tenía personal altamente capacitado en cuestiones técnicas y operativas y no se presentaban tantos accidentes. La empresa despidió a miles de trabajadores con experiencia.

Ahora, mediante compadrazgos, se asignan contratos de mantenimiento a las instalaciones de PEMEX y estos trabajos son realizados por personal sin la capacitación adecuada y sin experiencia en este tipo de trabajos.

Ahora padecemos los resultados de esa política depredadora que beneficia a unos cuantos políticos.

¿Cuántos muertos más?

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