miércoles, 25 de diciembre de 2013

Un año que agoniza y se calienta…

Tiempos de Guerra
Feliciano Rangel Montoya

24 /12/2013
        Después de la pasada contienda electoral en Tamaulipas, donde muchos se imaginaban el peor de los escenarios para el priismo, nada paso de eso, el PRI tamaulipeco gano y gano bien, aunque quedan muchas cosas por analizar.
          En primer lugar la posición creció en votos, aunque estos nada se reflejaron en dos ciudades importantes, Matamoros y Nuevo Laredo, pero con ello el acción nacional le alcanzo para ganar Miguel Alemán, y cinco municipios más.
          Pero lo más alarmante es que el voto priista decreció y se encuentra en empate técnico, a nivel estatal y eso si es algo que preocupa a las huestes priistas; el caso más sonado es quizá Matamoros, donde nació y se desarrolló el sistema de estructura que actualmente maneja el PRI en todo el país. De ahí es el origen de la famosa estructura priista que actualmente se conoce, y por ende la aplanadora priista, solo perdía cuando se tenía que perder -sería el caso esta vez y su  candidato Salvador Treviño- eso no lo sabemos y quizá nunca lo sabremos.
          Sin embargo la derrota del carro completo en Matamoros, no fue novedad, desde la elección federal el priismo perdió en la Heroica muchos votos, de por si fue baja la votación y los primeros agujeros del barco empezaron a salir y nadie al parecer puso atención.
          Ya había bajado en un 10% más o menos el voto, y lo que venía no era fácil, Salvador Treviño, no queda duda era la mejor carta del PRI Matamoros, pero el meollo de asunto no es ese, todo indica que a Alfonso Sánchez Garza, le cobraron todas las facturas pendientes el mismo grupo Matamoros, y lo hicieron perder por segunda vez, similar a Benjamín Galván en Nuevo Laredo y sus antagónicos de Ramón Garza Barrios y Horacio Garza, que dieron golpe de timón.
          Al grado de que su salida estrepitosa ha sido de las más revueltas y señaladas, después de esa mancha oscura, llega Rafa González y Aida Zulema, a enderezar el barco.
          Lo primero recuperar Matamoros y Nuevo Laredo, y lo segundo regresar los votos que se ahuyentaron, con la caída de votos priistas, y el 2014 es un año sabático para el PRI, donde se tiene la gran oportunidad de trabajar todo estos meses para la contienda que viene.
          De ahí al 2016, la cosa cambia por las reformas tendrán su costo y el PRI y el PAN pagaran los costos y eso hasta el dentro de dos años nos daremos cuenta, por lo pronto ya la grilla toma vacaciones, algunos muy calientitos porque aún no les toca nada de pastel.