Polvorín
José Angel Solorio Martínez
El Sábado 22
de Febrero en ciudad Victoria se entronizara en el Comité Municipal del Partido
Revolucionario Institucional, a un panista impulsado por su familia y no por la
militancia, tomara protesta como presidente del CDM del tricolor, el joven
Carlos Morris Torre. Contradictorio día para el priismo victorense. Tendrán que
vitorear a uno de sus mas encarnizados enemigos: El ahora líder priista
recorrió Tamaulipas con un abolsa de 60 millones de pesos, para hacer perder a
los candidatos priistas en el estado, incluyendo al aspirante presidencia
Enrique Peña Nieto.
Por circunstancias del destino,
Morris Torre ahora profesara fe priista.
A decir de sus mas cercanos amigos, su
familia lo estará apuntalando para que en un tiempo prudente-al terminar el
trienio de Alejandro Etienne Llano-ocupe la alcaldía capitalina con
malquerientes como Manuel Cavazos Lerma, Enrique Cárdenas del Avellano, Eugenio
Hernández Flores, Oscar Almaraz Smer y muchos otros-vivieron y sufrieron en
pellejo propio la traición del mocetón Moris Torre- se le ve poco futuro al
chico.
Los analista de Gobierno, piensan
contra lo que dice el escenario victorense que el inexperto chaval las trae
todas consigo.
Es decir: que a su conjuro las masas
priista se cohesionaran en su torno y lo llevaran a la presidencia municipal en
hombros.
Soslayan un fenómeno evidente… Sus consanguíneos
han acumulado dosis de repudio insospechadas. En los corrillos de la
burocracia, despotrican contra su tio preferido; En los pasillos de los clubes sociales_:
campestre y victorense- desgranan comentarios, que bien podrían describirse
como insultos, contra su abuelo predilecto y en los núcleos políticos y empresariales
se escuchan quejidos generalizados contra la administración estatal.
Mal hace los aduladores, en tratar de
hacer crecer al muchacho a forzados golpes de estimulación temprana.
Nomas los aguacates, maduran a
apretones y a pellizcones
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