martes, 17 de septiembre de 2013

Los sonrientes escenarios

El Fogon
Josè Angel Solorio Martínez 
El 2014 y el 2016 tamaulipecos, mostrarán escenarios sociopolíticos muy prometedores para los partidos opositores

    El 2014 y el 2016 tamaulipecos, mostrarán escenarios sociopolíticos muy prometedores para los partidos opositores. Una sociedad agraviada por los golpes que representan para su bienestar la reforma fiscal –y en algunos grupos ciudadanos los efectos de la reforma energética-; profesores, cuya rebeldía puede llevarlos a romper con el institucional; Ayuntamientos sumidos en dolorosas precariedades y su penosa consecuencia: declinación de los servicios públicos y el consecuente descontento social; y sobre todo, un PRI regional que viene de penosas derrotas y una engañosa como viscosa victoria electoral.
          El PRD ha sido borrado por sus liderazgos ineficaces y organizaciones como el PANAL, PVEM, MC y PT, más bien están presentes sólo cuando el PRI les proporciona vitalidad; o con ocultas estrategias, o con visibles coaliciones.
          Sólo el PAN, puede presumir de tener energía para disputar el 2014 y el 2016 al PRI. Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, son las microrregiones que pueden apuntalar la lucha por la alternancia en la administración estatal. Tampico, otrora bastión azul y almácigo de potentes cuadros políticos es ahora una plaza devastada; decenas –acaso centenas- de políticos y empresarios de empuje se marcharon del puerto en busca de sitios más tranquilos. Quedó la morralla. (Esta circunstancia permitió que gente arribista-priista como Magdalena Peraza, llegara y se transformara en un factor de poder al interior del PAN porteño).
          Eso no aniquila el deseo de algún panista sureño de ser gobernador. Lo que refleja el escenario, es un desangrado panismo jaibo y las fragilidades en la reyerta por el gobierno tamaulipeco.
          El centro tamaulipeco evidencia un panismo desmantelado. La fractura que generó la salida de Gustavo Cárdenas y su grupo en Ciudad Victoria, dejó en estado agónico a la estructura azul. Y no se avizoran, nuevos liderazgos que a 24 meses de la sucesión gubernamental puedan acopiar fortaleza como para enfrentar el reto de buscar la gubernatura. El panismo diletante encabezado por Lydia Madero y Leonor Sarre ha desaparecido. Y la emergente presencia de Arturo Soto, se mueve en la incertidumbre.
          En ese contexto, es casi una certeza que la frontera se sacará la rifa del tigre. Tres microrregiones, -Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros- cuentan con vigorosos personajes con los cuales el panismo podría participar en la puja por la gubernatura. Carlos Enrique Cantú Rosas, Francisco García Cabeza de Vaca y Leticia Salazar es la tríada de donde podría salir el contendiente. El primero, alcalde de Nuevo Laredo con un potencial nada desdeñable; el segundo Senador de la república, con una experiencia indiscutible y la tercera, alcaldesa de Matamoros que le metería diversidad y atractivo a la contienda, sin olvidar que de los tres es quien cuenta con más batallas electorales a ras de suelo.
          Nuevo Laredo, tiene la jornada cuesta arriba.
          Por décadas, la sociedad política neolaredense ha mostrado una mentalidad separatista. La distancia y la inevitable influencia política de Nuevo León, obliga a la clase dirigente a poner más atención a lo que ocurre en Nuevo León y prohíja cierto desdén a lo que pasa en Tamaulipas.
          La lejanía no es sólo una barrera geográfica. Es también un obstáculo político. Una campaña a gobernador de un neolaredense costaría algunas tres o cuatro veces más, que a un reynosense o a un matamorense.
          Reynosa trae boleto para la pelea. El apaleado panismo aún tiene fuerzas para proponer a Cabeza de Vaca. Con todo y la vapuleada de julio pasado, la estructura de los panistas reynosenses aún les da para sacar candidato.
          Sin duda, Matamoros está en punta. Lety Salazar trae con qué. Con casi media docena de campañas en su natal Matamoros, una diputación federal que paseó por todo el estado y una alcaldía que puede darle más lustre y solidez a sus expectativas, posee el mejor y mayor espectro político.
          Obvio: los escenarios por sí mismo no ganan elecciones.
          Por muy sonrientes que sean.
          ¿Podrá el panismo en Tamaulipas, sacar raja electoral de las irritantes reformas de Peña Nieto?..
          No veo mucho talento.

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