Tiempos de Guerra
Feliciano Rangel Montoya
16/09/2013
En 1988 llego a la
presidencia de la república, el hombre con la más polémica forma de ganar una
elección, después de aquella abrupta caída del sistema, provocada desde
gobernación por Manuel Bartlet Díaz, secretario de gobernación.
El otro contendiente por la
presidencia era el mítico Cuauhtémoc Cárdenas; que había revirado contra el
sistema por no ser el nominado y formando una alianza de partidos en contra del
PRI, y con amplias posibilidades de ganar según cuentan los historiadores políticos
de esa época.
Predecesor de unos de los más grises
y pálidos presidentes de la república; que fue Miguel de la Madrid Hurtado,
cuyo único mérito fue el gran pacto de estabilidad económica, cuando el país,
pendía de hilos y a punto de una revuelta social.
Sin embargo a De la Madrid, la
desgracia del terremoto del 85 lo sobrepaso, y aun con el circo del mundial de
México 86, no pudo quitarse de encima haber sido rebasado por la sociedad
unida, en favor del sismo del 86, pero esa es otra historia.
Una vez caído el sistema, amanece
Carlos Salinas de Gortari, como presidente electo después de haber ido a la
baja toda la contienda electoral; sin embargo llego y su mandato fue de luces y
de sombras.
Primero legitimo su gobierno mandando
a la jubilación y a la cárcel a líderes
poderosos; como Carlos Jongitud Barrios
y Joaquín Hernández Galicia “La Quina” después de ahí todo fue color de rosa, el
pueblo mexicano lucia embelecado por el oriundo de Agualeguas Nuevo León.
La nubes de algodón durarían 5 años,
siempre la salidas son las que forman la historia con la que se juzga a los
gobernantes; de nada sirve que se hallan construido en ese sexenio más
autopistas en la historia del País, que el programa Nacional De Solidaridad,
haya ayudado a combatir la pobreza en serio y eficazmente. De nada tampoco que
el dólar hubiera tenido una paridad de 3.50 pesos por dólar.
Esas son pequeñeces, porque de ese
sexenio las generaciones recuerdan, al Ejercito Zapatista (EZLN) los
magnicidios de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massiu, los excesos
del hermano Raúl.
Esa fue la salida y eso fue lo que se
recuerda…lo demás es lo de menos.
De aquello
y lo demás…
Después de ver a los
munícipes decir adiós, que difícil son las despedidas y si no como dice la
canción el que diga que no, que se despida.
Ya hacen sus últimos eventos públicos
y masivos, y este 16 de septiembre el desfile militar, será quizá el último
acto institucional de los ediles, y con ello preparar sus vacaciones o su
accenso.
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