jueves, 10 de enero de 2013

IETAM


Tangente
Oscar Díaz Salazar
                 En varios errores, de fondo y de forma, han incurrido en las últimas semanas los integrantes del Consejo Estatal Electoral, máxima autoridad del Instituto Electoral de Tamaulipas.
          El más grave de ellos es la integración de los órganos electorales que fungirán como árbitros en la contienda política de la que surgirán los relevos en los 43 ayuntamientos de Tamaulipas y en el Congreso del estado.
          Los individuos que fueron llamados para integrar los 43 Consejos municipales electorales y los 22 Consejos distritales son, en una gran proporción, personas claramente identificadas con el Partido Revolucionario Institucional, e incluso desempeñan cargos públicos en los municipios, en el gobierno estatal y en organismos, instituciones y empresas para estatales y para municipales.
          La vigencia en nuestras instituciones de gobierno del esquema denominado “spoil System”, que es la práctica por la cual los partidos políticos del gobierno distribuyen a sus propios miembros y simpatizantes cargos institucionales y posiciones de poder, nos permiten identificar a los empleados públicos como personas afines a un partido y por lo tanto como carentes de la  imparcialidad y neutralidad deseable en una autoridad electoral.
          Otra omisión grave que han querido minimizar es el incumplimiento en la instalación de los órganos electorales municipales y distritales en el tiempo establecido por el “Código Electoral para el Estado de Tamaulipas”. La falla en el cumplimiento de las responsabilidades en las fechas señaladas por la ley, de los sujetos llamados a fungir como autoridades electorales, -mismos que todavía no asumen el cargo y ya demostraron su incapacidad-, fue documentada y ventilada en los medios de comunicación por el presidente del Comité Ejecutivo Municipal del PRD en Reynosa, Lic. José Alfredo Castro Olguín.
          La más reciente acción polémica que han escenificado los señores Consejeros estatales electorales, es su participación en el besamanos que con motivo del inicio del año han organizado para rendir culto a la personalidad del Ejecutivo del estado.  
          Muchos años se ha luchado para darle credibilidad a los institutos electorales, mucho esfuerzo se ha realizado para convencer a la ciudadanía de la independencia e imparcialidad de los organismos teóricamente ciudadanos, respecto a los titulares del poder ejecutivo, ya sean presidentes de la república o gobernadores, y resulta que ese esfuerzo se ha tirado a la basura porque a los señores Consejeros se les quemaban las habas para darle su apapacho a quien les obsequió ese cargo, y eso lo saben ellos y lo sabemos nosotros, aunque la ley y las apariencias digan otra cosa.
          Para mostrarnos la magnitud de la pifia de los señores del IETAM, Alfredo Castro Olguín nos dice que tal vez mañana quieran posponer la fecha de la elección una semana, o un mes, da igual. Plantear situaciones extremas con motivos didácticos es una práctica que se conoce como argumentación al absurdo, pero en el caso de nuestras autoridades electorales tal parece que tenemos que acostumbrarnos a ver que se traspasan las fronteras de lo legal, lo correcto, lo justo y lo decente. Tendremos que habituarnos a los absurdos.
          Tendremos que aceptar como normal la conversión en autoridades electorales de los activistas políticos; tendremos que ajustarnos a las interpretaciones del Código Electoral que hagan esos funcionarios que solo obedecen a la Ley de Herodes… y al Señor Gobernador; tendremos que disfrutar el espectáculo del destape de los Consejeros quienes al grito de “fuera mascaras” se apersonaron ante el Gobernador del Estado para darle su “bacho y becho” a su patroncito.
Reynosa, Tamaulipas a 9 de enero de 2013



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