sábado, 10 de junio de 2017

Polvorín

Jose Angel
Solorio Martinez
La crisis del PRI tamaulipeco…

          El escenario sobre el cual transita el PRI de Tamaulipas, se oscurece cada día más. Ni el aparente triunfo en el EDOMEX, le ha dado paz y gobernabilidad internas. El aspirante a la Presidencia del CDE Luis Enrique Arreola Vidal, ha lanzado una ofensiva política contra la espuria dirigente Aída Flores Peña brutal: la acusa de muchas ilegalidades con el presupuesto y de múltiples excesos con los fondos de todo el priismo regional.
          Tanto encono muestra ese diferendo, que hasta las muy respetables preferencias sexuales de Aída, salieron a flote: se le acusa de darle trato de princesa a su novia.
          (El reclamo, es por la permanente compañía de una robusta y bastante fortachona dama reynosense, que cobra mucho más que los Secretario del CDE).
          Arreola Vidal, anda fuerte.
Ya ha sumado a su rebelión a grandes personalidades del priismo tamaulipeco y a centenares de militantes que creen en su proyecto para sanear a un PRI que sigue pudriéndose sin que el CEN ni su dirigente estatal –al parecer el amor, la trae distraída- han intentado resolver la exigencia de la militancia para tener el derecho de elegir a un dirigente desde las bases.
          El error de Aída, no es hacer uso indebido del presupuesto. No. Eso es un asunto menor; muy menor.
          La falla de la abogada, es no haber trazado una línea de acción para convertir a su partido en un pistón para socavar las políticas panistas que han lesionado a un priismo que día a día sufre el acoso tanto laboral como político. Flores Peña, y su eterna acompañante, anda de gira por el estado derrochado una felicidad que no ocultan al tiempo que le hincan el diente al tesoro tricolor que nadie sabe de dónde viene ni a donde va.
          Arreola Vidal, está amagando con tomar las instalaciones del CDE para este domingo 11 de junio si el CEN no resuelve sus peticiones.
          ¿Cumplirá su promesa?..
          No lo sabemos.
          Lo que se puede inferir de ese amago, es la profunda crisis del PRI tamaulipeco y su cada vez más lejana posibilidad de solución en el plazo inmediato.
          Esperaremos el domingo.
          La toma de la sede del tricolor, podría ser el punto de inflexión que le de oportunidad a los priistas tamaulipecos, de reoxigenarse.
          El repliegue de Arreola Vidal, acabará con este liderazgo que pudo ser emergente, y hundirá más al PRI en su descrédito…

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