jueves, 21 de julio de 2016

Polvorín

La amarga realidad de los Ayuntamientos
Jose Angel Solorio Martínez
          Los nuevos alcaldes tamaulipecos de cualquier partido-, tienen un reto ante sí: los compromisos de campaña, que al momento se visualizan complicados de cumplir.
           Una seguridad publica imposible para su nivel-de restablecer, servicios públicos colapsados- y aparte privatizados en algunos municipios como Reynosa que se debe pagar una millonada a una empresa que incumple desfachatadamente-,nóminas súper infladas- con la desgracia de no poder operar  el despido ante la lluvia de demandas laborales que harían erogar millones de pesos  a la autoridad municipal, haciendo mas grave el remedio que la enfermedad  y necesidades sociales que rebasan la capacidad financiera  de cualquier ayuntamiento.
          (Esto se agudiza  por la escasa capacidad recaudatoria de las alcaldías ante los enormes gajos  de esta potestad que les han arrebatado los poderes facticos)
          A esos  retos, se suma  la millonaria deuda pública de Tamaulipas.
          Como nunca en su historia, el tesoro publico esta pignorado.
          Las deudas de algunos  ayuntamient6os, agrandan el agobio deficitario.
          Muchas Alcaldías, han escondido por vergüenza las pesadas deudas que contrataron o que les heredaron, o ambas circunstancias.
          La casi total destrucción de la infraestructura urbana de los 43 municipios, es un desafío monumental para la nueva autoridad municipal. Drenajes colapsados Comapas en quiera, pavimentación agujerada, alumbrado publico lastimado en frado sumo y otras deficiencias ponen contra la pared y hace que la esperanza en las nuevas administraciones  sea de reducidas dimensiones.
          El ciudadano común, esperaría soluciones.
          Se percibe, una carrera contra el tiempo de la nueva autoridad. Sobre todo, porque gobernaran menos de dos años. Tiempos que se ve insuficiente  para ejecutar un alegre, contundente y operativo plan de gobierno
          No hay salida que el manual desconozca.
          O más  deuda, o más impuesto
          ¿Qué camino tomara la autoridad?
          Amarga solución.
          Tanto para los gobiernos, como para ciudadanos
          La autoridad, perderá consensos
          Los ciudadanos, perderemos más poder adquisitivo…

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