Por un México sin
discriminación
Ivonne Ortega Pacheco
Junio 17/2016
El fin de semana pasado el mundo se sacudió por un hecho dolorosamente
violento, producto del odio y de la discriminación.
A simple vista, la
tragedia ocurrida en un bar de Orlando, Florida, Estados Unidos, en
la que perdieron la vida 50 personas y resultaron heridas otras 50, puede
parecer ajena a nuestra realidad nacional.
Sin embargo, toca nuestras más sensibles fibras y activa en nosotros una
alarma que nos impulsa a reflexionar sobre los alcances de la discriminación,
ya sea -como es el caso- por preferencia sexual, o por cualquier otro tema
relativo al ser humano.
Hoy más que nunca es
necesario que los mexicanos rechacemos toda expresión de discriminación, pues
en el corazón de ésta anida el odio que como todos sabemos es el principio de
la violencia.
Al final de cuentas, la
violencia genera violencia y ésta, lejos de ser una alternativa para
acabar con las diferencias, las aviva y abre espacios para actos como el que
acabamos de ver en nuestro país vecino.
Y es que ya se encendió
un foco rojo en nuestro país cuando hace menos de mes, fueron baleadas 180
personas que se encontraban dentro de un bar gay en Xalapa, resultando
cuatro personas muertas y 14 heridas.
Esos hechos debieran
bastar para alertarnos sobre el peligro que representa para nuestro país la
discriminación, porque lo que menos necesitamos los mexicanos es dar cabida a
sentimientos de odio hacia quien no piensa como nosotros.
Por eso, lo primero que
debemos hacer es cerrar la puerta al discurso de quienes no solamente incuban
una abierta discriminación, sino que la fomentan promoviendo acciones
impulsadas por la intolerancia, quienes, en lugar de contribuir, obstaculizan
la construcción de un México mejor para todos.
México debe
mirar hacia el futuro. Y el futuro ha de estar libre de prejuicios que sólo
lastiman y agreden. Vengan de de donde vengan.
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