martes, 30 de diciembre de 2014

El futuro político de los alcaldes

Gaceta
Raúl Terrazas Barraza
Fecha: 2014-12-27
           En cuanto comience el 2015, los alcaldes de Tamaulipas entrarán en una etapa extraordinaria, por un lado sentirán los efectos de la madurez en el cargo y por otro enfrentarán el fantasma político por la cercanía del 2016, año este en el que serán relevados de sus cargos, mediante las elecciones locales previstas para entonces.
           El segundo año de la administración municipal comenzó desde el primero de octubre pasado, ya que con motivo de las Reformas Electorales, las fechas de la elección se adecuaron a las federales y la toma de protesta de los presidentes municipales se adelantó tres meses.
           Esto mismo acontecerá con el próximo gobernador de la entidad, porque en lugar de rendir protesta el último día del 2016, lo hará el primero de octubre, por tanto la calidad de gobernador electo durará solo tres meses y no seis como sucedió al actual mandatario ingeniero Egidio Torre Cantú, que ganó las elecciones en julio del 2010 y comenzó a trabajar hasta el primer día del 2011.
           Ya lo dijo por estos días el acalde de Tampico, Gustavo Torres Salinas, el 2015 será el año de la consolidación de las tareas que tienen frente a la ciudadanía, con un escenario político que se antoja positivo ya que el comité estatal del PRI se ha metido a trabajar bien a fondo vía sectores y organizaciones con la idea de movilizar a las bases y tenerlas activas.
           Que el 2015 puede ser una lo difícil para los presidentes municipales, también es cierto, si consideramos que el trabajo oficial se verá disminuido debido a las actividades políticas que desarrollarán los partidos políticos para tratar de ganar las Diputaciones Federales de los ocho Distritos de la entidad.
           Habrá un momento en que deban suspender muchas de sus actividades de gobierno para evitar que se confundan con acciones de tipo político y que por el alcance social de sus beneficios traten de verse con parcialidad y con ello convertirse en bandera de los partidos de oposición para golpear al partido mayoritario de esta entidad, el PRI.
           Algo que es intrínseco a la función política que tienen los presidentes municipales, es la responsabilidad de que los municipios sean ganados por sus partidos, lo que en términos generales es ventaja para el tricolor, ya que la mayoría de los municipios le pertenecen porque ganó las elecciones en el 2013.
Obvio, algunos en manos del PAN, que no necesariamente tienen que ser ganados por los panistas, pues entran en el terreno de la estrategia de recuperación que maneja el partido de Rafael González Benavides, porque en la elecciones federales del 2012, tanto Nuevo Laredo como Matamoros se perdieron.
           Hay quienes creen que los presidentes municipales del PAN, Carlos Cantú Villarreal de Nuevo Laredo y Leticia Salazar Vázquez de Matamoros, están obligados a hacer que los candidatos de su partido repitan el triunfo, sin embargo, las condiciones son diferentes de la tierra al cielo, comenzando con el hecho de que la elección legislativa federal del 2015 es la intermedia del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto y por lo regular este tipo de elecciones favorecen al cien por cien al PRI.
           La razón de este fenómeno es que, al no existir candidatos presidenciales y para el Senado de la República, el voto en cascada no se hace presente y por tanto, la competencia es directa entre quienes hicieron campaña, competencia que jamás ha favorecido a los partidos de oposición al PRI.
           Si los presidentes municipales priistas tienen vela en las elecciones federales del 2015, el dirigente de su partido, González Benavides, tiene que decírselos con todas las letras para que luego no salgan con que a ellos no los invitaron al proceso y resulte que, en vez de jalar para el lado de los candidatos, se queden pasivos o indiferentes en un momento que el PRI requiere lo contrario, es decir, el apoyo, apalancamiento y trabajo de los presidentes municipales.
           Quizá valga la pena recordar que, pese al concepto distrital de las elecciones, no se puede dejar de lado la connotación municipal de las mismas y a partir de ello crear responsabilidades políticas para los señores alcaldes, que deben de ganar las elecciones en al territorio que les corresponde, sabedores de que la suma de municipios ganados equivale de manera directa al triunfo distrital y la pintada de verde de estos nos llevará a consolidar lo que González Benavides ha dicho del PRI en Tamaulipas, que es el partido mayoritario y por tanto la entidad un bastión tricolor en la República.
           No queremos dejar en el tintero la obligación que tiene el PRI de recuperar Tamaulipas, bajo la premisa de que en la elección federal del 2012, la entidad quedó más azul que verde, por tanto el 2015, es el año de la revancha electoral del PRI contra el PAN, misma que se consumará si el resultado es verde al cien por cien.
           Un dilema que hay en torno a los alcaldes es si las pueden política y electoralmente, en el caso de los priistas nosotros creemos que sí las pueden, todo será cuestión del manejo político que lleven a cabo, en el entendido de que al margen de que el dirigente del tricolor Rafael González Benavides se los diga con todas sus letrotas, ellos están obligados a trabajar para consolidar a su partido y sea quien fuere el candidato asegurar el triunfo en las urnas.
           Casos como el del licenciado Alejandro Etienne Llano, alcalde de Victoria, tienen connotación a futuro, porque si las elecciones de julio venidero se ganan de calle, con cualquiera que resulte ser el candidato, los bonos del munícipe se elevarán a las muchas potencias y le dejarán en posición de arranque para la sucesión gubernamental del año siguiente.
           En el remoto caso de que llegase a resultar lo contrario, la derrota del PRI, dejará fuera de cualquier jugada futura al licenciado Etienne Llano, como pasará también con sus colegas de Reynosa José Elías Leal, de Tampico Gustavo Torres Salinas, de Maderos Esdras Romero Vega o de Mante, Pablo González León.
          Los otros.
           El INE revisará de aquí al lunes por la noche las solicitudes de registro de candidatos independientes para las diputaciones federales por los Distritos de Nuevo Laredo, Diana Chavira Martínez; por Reynosa, Patricio Mora Domínguez, René Alexandre López y Marco Antonio Elejarza Yáñez; por Matamoros, Jorge Rentería Campos; por Victoria, Jorge Luis Sarmiento Barrientos; por Madero, Manuel Heriberto Santillán Martínez; y por Tampico, Cruz Armando Ruvalcaba Flores.
           Ocho para ser exactos, quienes se sujetan a los términos establecidos en las leyes electorales y estarán muy pendientes del veredicto que dé el Consejo General del INE, responsable de la revisión de los documentos de manera rigurosa y, a partir de ello definir si los acepta, aunque, para el registro oficial, tienen que presentar un listado de firmas que contenga el dos por ciento del total de los ciudadanos empadronados en el Distrito por el cual pretenden contender.
           El asunto no será sencillo, sin embargo, los habrá como la ex perredista Diana Chavira Martínez, que desafiará todo lo ordinario para salirse con la suya, como ya lo hizo en alguna ocasión para ser candidata, aunque, a la postre perdió.

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