jueves, 25 de octubre de 2012

Cielo Ramos

Tangente
Oscar Díaz Salazar

El desaparecido líder sindical Ángel Tito Rodríguez Saldívar me platicó en una ocasión de la conversación que sostuvo con un alto funcionario de la Secretaria general de gobierno, que provocó la integración a la planilla de Regidores y Síndicos del PRI, de una trabajadora del Instituto Mexicano del Seguro Social en Reynosa.

Tito Rodríguez me dijo en esa oportunidad - sin alardear o adjudicarse merito alguno - que de cierta manera la enfermera de apellido Piña que formó parte del cabildo que presidió el Dr. Serapio Cantú Barragán, recibió esa chamba porque se cruzó en el camino de Tito y un funcionario estatal que tenia la comisión de auscultar a los actores políticos en vísperas de elegir los candidatos del PRI en un proceso local.

La ex Regidora Beatriz Peña Piña se colocó en el horizonte visual de la pareja que hablaba de la situación política de Reynosa, precisamente en el momento en el que Don Ángel Tito le decía a su interlocutor que siempre postulaban a los mismos, que cada elección presentaban las mismas caras, y que ya era tiempo de convocar a otros actores, poniendo como ejemplo a la líder del sindicato del IMSS en Reynosa que a la distancia pasaba.

La conveniencia de presentar nuevos cuadros, de oxigenar las propuestas que los partidos ofrecen a los electores, de combinar la experiencia con la visión ciudadana que se pierde con los años de estar involucrado en la política y la administración publica, la entienden muy bien en la mayoría de los partidos políticos… aunque no en todos se atreven a ser consecuentes, pues siempre son fuertes las presiones de los políticos profesionales para alcanzar un espacio y cerrarle la puerta de acceso a los que vienen de afuera.

Con esa perspectiva en mente fue que me atreví, una década atrás, a proponer a una persona que en su oportunidad fue invitada por el dirigente de un partido político que me solicitó prospectos para una candidatura al Congreso del estado.

Graciela Ramos Domínguez fue el nombre que propuse a mi amigo Tomas Clemente García, quien en ese tiempo fungía como Secretario General en el estado del Partido Alianza Social.

“Cielo Ramos” como le llaman con afecto sus amigos, nos recibió muy amablemente en su casa y escuchó con atención la invitación que le formuló el dirigente del instituto político. Como testigo de esa reunión, les puedo asegurar que nunca hubo dolo o intenciones de sorprender a la dama con la promesa de un triunfo que se veía muy difícil de alcanzar por las carencias del partido, mas no por la candidata que seguramente incrementaría la votación del PAS, dado el prestigio y el aprecio del que gozaba, y aun goza, en la sociedad reynosense.

Miembro de una familia en la que abunda el talento artístico, Graciela Ramos ha enfocado su sensibilidad e inteligencia a la escritura y la pintura. De su amor al terruño ha quedado constancia en los versos que ha compuesto a nuestra ciudad, mismos que la han hecho triunfar en diversos certámenes de carácter estatal, regional y nacional.

En uno de sus más recientes trabajos abordó con agudeza y sentido critico el controversial tema del concurso para seleccionar el platillo típico de Reynosa. Ese texto es lectura obligada para quienes fracasaron al implementar una buena iniciativa, que fue mal ejecutada, así como para los que pretenden enmendar ese error.

Comparto con ustedes esos recuerdos como preámbulo a mi confesión de que sin la autorización de la Señora Graciela Ramos he reincidido al proponerla como aspirante a la Dirección del Instituto Reynosense de Cultura. En el Partido de la Revolución Democrática de Reynosa se tiene la intención de manejar como propuesta de campaña el compromiso de invitar a los mejores hombres y mujeres de Reynosa para que se hagan cargo de las dependencias municipales, por supuesto en el caso de un triunfo perredista. Imitando la estrategia de López Obrador, los perredistas pretenden anunciar, desde la campaña, el gabinete con el cual gobernarían en Reynosa.

Se preguntaran ustedes en calidad de que ando haciendo propuestas, y mi respuesta es en calidad de amigo de los personajes que participan en política en mi municipio, a quienes les resultan interesantes mis puntos de vista.

Ofrezco mis disculpas a la Señora Graciela Ramos si le genera algún perjuicio mi reconocimiento a su talento, sensibilidad y a sus muchas virtudes.

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