MÉXICO, D.F., marzo 30 (EL UNIVERSAL).- El periodista argentino Andrés Oppenheimer criticó a los países de América Latina (y a México en particular), por la falta de una agenda política nacional centrada en la educación para reducir la desigualdad y la pobreza.
Dijo que los políticos sólo hacen obras que salen en las fotografías, pero no invierten en la calidad educativa ni el perfeccionamiento de los maestros.
Durante la conferencia "El desafío educativo y tecnológico de México y América Latina", que ofreció en el Museo Interactivo de Economía, en el Centro Histórico, dijo que "el Presidente de México empezó su sexenio con una idea muy buena de la alianza para la educación. Hace pocos meses dijo que México era una fortaleza educativa".
Sin embargo, señaló que falta tener "un poco de paranoia constructiva" que tienen países como China, Corea, India y Singapur de estar obsesionados por invertir en la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación.
Aseguró que los países de América Latina "estamos obsesionados con el pasado, mientras ellos están guiados por el pragmatismo y obsesionados por el futuro".
Frente al jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y en promoción de su más reciente libro, el analista dijo que el problema de la educación no se resuelve con mayor presupuesto, pues mientras Argentina invierte más del 5% de su Producto Interno Bruto (PIB) en educación, está en los últimos lugares de la prueba PISA, en tanto que China invierte sólo el 2.5% y está en los primeros puestos.
“El dinero bien usado ayuda, pero el problema es que aumentar el presupuesto educativo sin exigir profesionalización y capacitación de los maestros, sin exigir que rindan exámenes, sin exigir que los estudiantes rindan exámenes de ingreso, no sirve de mucho. Es un tema tanto de exigencia como de presupuesto. El presupuesto sólo no hace la diferencia", sostuvo.
Oppenheimer se refirió al sindicato de maestros liderados por Elba Esther Gordillo. "México tiene el sindicato más poderoso de América Latina y sería iluso pedirle a cualquier partido, al PAN, al PRI, al PRD, que le diera un palazo con la cabeza al sindicato, que se enfrente de lleno al sindicato, porque son muchos rollos, no sería realista", indicó.
Oppenheimer agregó que ese “impasse” se rompe como se hizo en Brasil, "creando una presión social desde abajo porque el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en México, como todo sindicato, es muy susceptible a la opinión pública y los maestros mexicanos y los propios miembros del sindicato".
Aseguró que "si se crea una conciencia colectiva, una presión colectiva, si los mexicanos entienden la necesidad de mejorar la calidad educativa, si tienen un poco de paranoia constructiva y se dan cuenta de que se están quedando atrás respecto de otros países en el mundo y empiezan a exigirle a sus políticos que inviertan más y mejor en calidad educativa, entonces si México va a dar el gran salto, pero si esperamos que la cosa venga de arriba... lo fundamental es que venga la presión de los empresarios, de la ONG, de la prensa, de los académicos, de la sociedad civil".
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