sábado, 9 de septiembre de 2017

El Fogón

Jose Angel
Solorio Martinez
Los coletazos de Monreal…
          El enfado de Ricardo Monreal Ávila por su derrota en la encuesta por la candidatura al gobierno de la CDMX, impactará en la estructura política de Tamaulipas. Al interior del PRI y en las vísceras de MORENA. Y más, porque la postura del zacatecano es cuasi rupturista con el lopezobradorismo.
          Quedó en una incómoda situación: si se escurre hacia cualquier partido, en busca de la gubernatura cdmexiana –incluido el frente panista perredista y demás- muy probablemente será derrotado por la doctora Claudia Sheinbaum; y si, se queda, será un insepulto fiambre que deambulará por los callejones de la red tabasqueña por su actitud gazmoña.
          O sea: Monreal, perdió en pocos días, lo que había construido en años.
          ¿Afectará de gravedad el proyecto de AMLO su salida de MORENA?..
          Aún es complicado ponderarlo.
          Lo que se hoy se puede afirmar, es que la mayoría de los liderazgos exitosos de la izquierda que emergieron a partir de su triunfo en la ciudad de México, crecieron bajo la sombra y el manto de López Obrador. Desde Marcelo Ebrard, hasta Miguel Ángel Mancera, pasando por otros muchos más, en donde se incluye Ricardo el zacatecano.
          Es decir: buena parte de la energía social que mueve a los dirigentes y sus presencias en el centro del país tiene su fuente en la vigorosa presencia del hombre de Macuspana.
          (No es algo que no se sepa: Mancera inició su caída a plomo, cuando se alejó de Ebrard, pero sobre todo, cuando se distanció de los lopezobradorista).
          Pero…
          … que pasará en Tamaulipas ante esa fractura inminente?..
          Monreal había articulado una amplia red de alianzas con el priismo tamaulipeco. Sus representantes en Tamaulipas, tenían bajo la sombra negociaciones con cuadros tricolores como Oscar Luebbert Gutiérrez –de Reynosa-, Felipe Garza Narváez –de Victoria-, Jaime Rodríguez Inurrigarro –de Victoria-, Erasmo González –de Madero-, Fernando Azcárraga –Tampico-, y otros de menor calado.
          La mayoría de ellos, permanecían en la oscuridad.
          Sólo algunos como Felipe Garza y Erasmo González, salieron a la luz diciéndose lopezobradoristas.
          Varios de ellos, el domingo 3 de septiembre, mientras el dirigente nacional de MORENA, Andrés Manuel López Obrador firmaba el pacto de unidad con figuras de la intelectualidad, del arte, de las finanzas y de la política en el Monumento a la Revolución, estuvieron expectantes en un conciliábulo con Monreal en su cuarto de guerra. Ahí estuvieron Rodríguez Inurrigarro y Erasmo González.
          El tamaulipeco Rodolfo González Valderrama –promotor de Erasmo en ciudad Madero- abierto patrocinador de Monreal en Tamaulipas, y representante de AMLO en el sur del estado, optó por mostrar lealtad a su amigo el zacatecano y no asistió al evento. Se acuarteló en la oficina del todavía aspirante a la gubernatura de la CDMX, desde donde siguieron con mucha atención el discurso de López Obrador.
          Se infiere: González Valderrama, ha dejado el cargo de mediador de AMLO en Tamaulipas. (Se desconoce si Erasmo, seguirá a su protector a las filas monrealistas, lo que se presume es la liquidación de sus sueños de ser candidato de MORENA a la alcaldía de la urbe petrolera).
          El más lastimado por el nuevo escenario es Luebbert.
          Preparaba su salida del PRI para adherirse al proyecto de Monreal en su camino a gobernar la ciudad de México. (Esto debido al choque con Héctor Garza González, uno de los políticos más cercanos a AMLO en Tamaulipas).
          Eso explica, el acongojado regreso de Oscar al PRI de Sergio Guajardo.      
          Eso aclara, el oscuro futuro del reynosense en la política regional: si gana el PAN, se irá al ostracismo por siete años -cinco de este gobernador y los dos siguientes-; si gana el PRI, será parte de la servidumbre del tricolor tamaulipeco que administrará Egidio Torre y Eugenio Hernández; si gana AMLO, acompañará de la mano a Monreal a la gélida banca.
          Le cayó –como le dicen los colombianos a la mala suerte- la pava al reynosense…

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