lunes, 24 de octubre de 2016

Aún hay indulgencias en política


Puede darse la entrega negociada
de Javier Duarte y Guillermo Padrés

Octubre 24/2016
      Conforme pasan los días y “nadie sabe cómo seguirles la pista”  para capturar a los prófugos ex gobernadores Guillermo Padrés, panista de Sonora y Javier Duarte, priista de Veracruz -¿usted cree eso?- acusados de presunta malversación de fondos públicos y lavado de dinero por varios miles de millones de pesos, para la inmensa mayoría de los mexicanos esto es una treta más convenida entre los partidos y el gobierno federal en la que ambos inculpados finalmente “serán bien tratados por la justicia”, junto con todos sus presuntos cómplices.
          Y esto es porque aunque se compruebe que se enriquecieron ilícitamente con recursos públicos y haciendo negocios sucios, gente cercana a ellos no se mide en comentar a quienes quieren escucharlos, que ambos contribuyeron con fuertes cantidades de los fondos públicos para la campaña de sus respectivos candidatos a la Presidencia de la República y además también tuvieron que “endrogarse” porque el desfalco de las arcas creció por los cientos de millones que tuvieron que gastar en el pago de salarios, viáticos, hoteles, vehículos  y hasta en la construcción de cuarteles y otras instalaciones para las elementos de la Policía Federal, militares y marinos que acudieron a sus entidades para apoyarlos en la lucha contra la delincuencia organizada; ah, y ya no se diga en la atención para “las recomendaciones  que recibían a fin de asignar contratos de obras a favoritos de funcionarios de muy alto nivel con todo lo que eso implica”.
          Hasta ahora tanto Duarte como Padrés han permanecido ocultos y callados. No han dicho ni “pío” sobre esto, a pesar de que cercanos colaboradores,  amigos y familiares han sido detenidos, sometidos a investigación y sus oficinas y residencias cateadas por la policía.
          Pudiera ser que su silencio se debe a que así fue acordado y aceptado por ellos y su dirigencia partidista con el Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, obviamente con la aquiescencia del Presidente Peña.
          También pudiera ser que tras terminar de “plancharse bien” los cargos que se les hagan formalmente al “agotarse las negociadas investigaciones”, ambos vayan a entregarse voluntariamente a la justicia y se releven de ciertas responsabilidades a algunos de sus respectivos inculpados tildados como presuntos cómplices para que recuperen su libertad lo más pronto posible, pero eso sí, decomisándoles algunos de los bienes cuya adquisición legal no justifiquen legalmente.
          Por último, creo que tanto ellos como sus respectivos parientes y “patrones” -el priista Javier Duarte y el panista Guillermo Padrés- podrán “darse por bien tratados” aunque no salgan absueltos, exonerados de responsabilidades, si sus penalidades  son menores, calificadas como delitos no graves con lo que, tras regresar bienes como “reparación de daños” el proceso se agilizará y podrán recuperarán en muy poco tiempo su libertad con una simple fianza.
          No falta mucho para confirmar o no lo que acabamos de apuntar sobre el futuro de Javier Duarte y Guillermo Padrés, pero además también sabremos lo que no va a pasar con los priistas Roberto Borge, Rodrigo Medina, los hermanos Moreira y César Duarte.
          Mención aparte requiere el perredista Angel Aguirre Rivero, sobre quien pesa la carga del atentado y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa porque ocurrió el terrible hecho cuando fungía como gobernador de Guerrero.   
          P. D. Ya lo dijo el Presidente Peña Nieto muy en su papel: “cada quien es responsable de sus acciones y tiene que disfrutar o enfrentar, según sea el caso, lo que de ellas se generen, pero…..de que hay indulgencias…¡claro que las hay!






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