Ramiro…el Frankenstein
Feliciano Rangel Montoya
Abruil 13/2015
“Debes estar preparado para las fortalezas y debilidades de tu
enemigo. Si él presenta una fuerza superior, evádelo. Si tu oponente es
temperamental, irrítalo. Finge ser débil para que su arrogancia pueda crecer.
Si ve las cosas sencillas, dale tregua. Si se une a otras fuerzas, sepáralas”: Sun
Tzu.
Este prefacio bien debería de
servir para analizar y dar causa al auge con que cuenta el panismo en
Matamoros, nada es producto de la casualidad, a Ramiro Salazar el priismo lo
utilizo desde hace dos décadas como fiel de al balanza, para conseguir propósitos
ventajosos y asegurar el camino de la democracia matamorense.
Toda acción tiene una reacción
y todo esfuerzo tiene una recompensa, en eso Ramiro nunca hizo nada gratis, sus
negocios prosperaron, la fortuna familiar fue siempre a la alza, y sus compañeros
de partido toleraban sus ambiciones la fin algo había para todos.
Pero todo cambio en el lejano
1996, cuando la lucha por el poder, y conseguir el control del PAN se dio,
Ramiro era diputado local, la lucha fue contra el mismo alcalde en turno, Ramon
Antonio Sampayo y su mas acérrimo rival Jorge Almanza Armas, Ramiro gano la
batalla, se distancio de Sampayo y el odio y rencor de Almanza a sido desde
entonces irreconciliable.
El negocio de la política
seguía a la alza, hizo comparsa 1998, para que el PRI recuperara la presidencia
municipal; de ahí su primer bache, se tambalea y su liderazgo en el PAN, sale
airoso a pesar de al supuesta expulsión, y desde ese momento, su opción
política, siempre fue ver cristalizado el sueño de una de sus hijas, a Verónica, la salud no le permitió seguir su
ascenso, pero Lety, siguió con el sueño, y a la sombra del PRI, hizo su
aparición en la regiduría, y de ahí el ascenso a una diputación local,
apadrinada desde el mismo CDE priista.
El gobernador Yarrington, daba
las ordenes a Ramiro y este obedecía mientras su hija ascendiera, nada preocupada al jerarca
Salazar. Con la llegada de Eugenio Hernández la cosa no cambio, si no creció en
favores y pagos, el mismo Baltazar Hinojosa negocio con Ramiro, para sus fines políticos
en Matamoros, y que su camino estuviera limpio de piedras y obstáculos, y de
eso hay grabaciones en la redes sociales que ya son del dominio publico.
Durante la época de alcalde
Baltazar hizo concesiones a Ramiro Salazar, todo hasta que el mismo Salazar lo
llamara “patrón” posteriormente, le clavan una espada romana a Julio Almanza y
ponen a competir a Tomas Reyes, vestido de bombero en contra de Erick Silva,
todo estaba listo, el ex líder juvenil
llego a la alcaldía con una apabullante, sin perder una sola casilla electoral.
Pero el favor fue pagado, al
cabo de un año, Leticia ya estaba en la lista plurinominal del PAN, y también
competía por el Distrito IV, el contrincante Baltazar Hinojosa, con una campaña
de camino por la Plaza, Lety tenia segura su curul y asi el riesgo de Balta se
redujo a cero.
Nadie, metió mano al PAN desde
ese momento, Jorge Reyes, Ricardo Martínez se hicieron presidente del panismo
local, los dos yernos de Ramiro. La Diputada Federal crecía y crecía, Alfonso
Sánchez también ocupo los favores de Ramiro, para ser alcalde su contrincante
era Antonio Sampayo, y no era fácil, y Salazar puso estructura y dominio del
panismo para que Poncho, no tuviera inconveniente en ser presidente de
Matamoros.
Desde el mismo gobierno estatal,
Ramiro recibió su recompensa, la figura de Leticia creció y estaba lista, sus
relaciones con Josefina Vázquez Mota, Margarita Arrellanes, Cocoa Calderón, y
muchas figuras del panismo nacional, dieron el espaldarazo a Lety, y esa si ya
no hubo negociación, los favores de 20 años, fueron pagados a Ramiro, el
sacrificado fue Salvador Treviño, que compitió sin saber de la traición, y que
su derrota estaba fraguada desde antes de comenzar la contienda.
Ahora la ciudad esta vestida de
azul, el Frannkenstein, creció tanto, que tiene sumido al partido tricolor en
problemas de desunión, pleitos de grupos y sumidos en su peor crisis desde su
fundación en Matamoros.
Ahora el empleado se volvió
patrón, y como decía un amigo periodista matamorense, si antes siendo cocinero
le iba bien, ahora que son dueños de la casa, imagine usted.
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