martes, 13 de mayo de 2014

La visita de Osorio Chong…

El Fogón
José Ángel Solorio Martínez
           La visita del Secretario de Gobernación, -y la tarea que trae a cuestas: impulsar una nueva estrategia para combatir la inseguridad en Tamaulipas- Miguel Ángel Osorio Chong evidencia la imposibilidad de las fuerzas locales para enfrentar con éxito a los poderes fácticos. Es el reconocimiento abierto y contundente que tanto la autoridad estatal como las autoridades municipales, han sido aplastadas por los rebeldes antisociales.
           Más conciso: se percibe un gobierno estatal lastimosamente atomizado y un Ayuntamiento penosamente fragmentado.
           ¿Qué efectos, traerá la presencia -con mayores contundencias- de la Federación en Tamaulipas?..
           ¿Achicará la capacidad de maniobra, de la administración estatal?..
           ¿Las fuerzas locales tendrán capacidad para disputar candidaturas en el 2015?..
           Y más:
           ¿Los factores locales, tendrán posibilidad de postular precandidatos potentes en el 2016?..
           La acción de la Federación en asuntos de Seguridad Pública en la entidad, no se ve a corto plazo. La estrategia que presentará Osorio Chong el martes en ciudad Reynosa, Tamaulipas sin duda tendrá una orientación de largo aliento. Por una razón esencial: el combate al crimen organizado debe tener varias vertientes. Desde la depuración de los órganos policiacos-militares, hasta el desmantelamiento de la red de complicidades que permeó en amplias capas de la sociedad tamaulipeca.
           Está claro: será una contienda que por lo menos, durará todo el sexenio de Peña Nieto.
           La batalla pedida por Tamaulipas contra el crimen organizado, es también la derrota de su clase política. Si en el pasado, grupos políticos tamaulipecos tan poderosos como el portesgilismo y el quinismo hicieron de las candidaturas a alcaldías, a diputaciones –locales y federales- un proceso consensuado entre los factores estatales y nacionales, hoy se perciben grupos de poder desangrados y desplazados o por la violencia social que flagela la región o por sus excesos presupuestales y políticos.
           (Gente tan poderosa como la familia Azcárraga de Tampico; la familia Garza Cantú del mismo puerto; la vigorosa estirpe de los Fleishman y los Grossman, del sólido Sur dejaron su patria chica por la ola de inseguridad. En tanto personalidades como Tomás Yarrington y socios, andan a salto de mata por sus conductas cleptómanas).
           De otra forma: hoy las corrientes centrales, no tienen contrapesos en las diversas regiones tamaulipecas.
           La lectura de la visita del Secretario de Gobernación, no es la del buen samaritano que viene a auxiliar sin esperar nada a cambio. Su arribo a la entidad, es el reflejo de la pérdida de la tutela política de un administración estatal que tardó mucho en reaccionar; y permitió con ello, que los escenarios se pudrieran y le desbordaran el cuello.
           Los diputados federales y los senadores –priistas y opositores- también fueron sepultados por su impericia política. Nunca fueron capaces, de solidarizarse con la sociedad tamaulipeca. Se dejaron seducir por los mimos del gobierno, para dar paso a las reformas estructurales –así le llaman a la privatización de PEMEX- y abandonaron a millones de electores amagados por una violencia que cada día se expande más.
           Vamos: los priistas, ni siquiera han sacado la cara en defensa del gobernador.
           Esa es parte, de la degradación de la clase política regional.
           Eso, es porción sustancial de la quiebra de la estructura de poder tradicional en Tamaulipas.
           Las candidaturas ciudadanas, se ven muy verdes aún para poder remover esa podredumbre.
           La descomposición ahí está.
           Sólo falta, la renovada estructura que pueda reemplazar a esos elementos alterados del cuerpo político local.
           La llegada de Osorio Chong, no es la salvación.
           La circunspecta figura del Secretario de Gobernación en Tamaulipas, sólo es otro elemento más de la gran tragedia de los tamaulipecos…

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