jueves, 19 de septiembre de 2013

Historias de salidas…Parte IV

Tiempos de Guerra
Feliciano Rangel Montoya
18/09/2013
          Para el 2006, la población de México estaba más que segura, que el cambio foxiano no era más que un juego de marketing político; aunque este fue en reversa que también es un cambio.
          La desilusión de todos los mexicanos de la figura desgastada de Vicente Fox era evidente, el presidente que ha llegado con el índice de popularidad más alto, un 80%, era ahora el que peor aceptación tenia, en las últimas décadas, por debajo incluso de los momentos más bochornosos del priismo.
          El candidato a vencer era Andrés Manuel López Obrador, el carismático y arrasador de masas, jefe de gobierno capitalino, los números lo colocaban a un paso de Los Pinos, y del otro lado el caballo negro, nada carismático, pero al parecer inteligente.
          Después de todo, el PAN, como operador político no tenía nada, sin embargo desde la misma casa presidencial, se Maquiavelo la derrota del perredista, desde ahí los ríos de dinero corrieron, y hasta el mismo IFE fue cómplice del fraude más evidente en la era digital y así llego en medio de los cuestionamientos y de la legitimidad de su victoria, el presidente de las manos limpias y del empleo.
          La urgencia de legitimación de un gobierno espurio, hizo a Felipe Calderón, en primera desmantelar el CISEN; por su delirio de persecución, la mecha corta y el desplante hacia sus subalternos lo hizo en poco tiempo un presidente detestable.
          Pero eso no fue todo, con todo y a pesar de todo, libro la más cruenta batalla en contra de la delincuencia organizada, sin una estrategia, sin una asesoría de expertos, y con el afán de darle un sello distintivo a su cuestionado gobierno.
          Del empleo ni se diga, ese eslogan jamás lo cumplió, y México cayó en su peor desempleo de los últimos 60 años, de los cuñados que como Hildebrando Zavala, se hicieron ricos, vendiendo sistemas a PEMEX.
          Y lo más irrisorio, quiso hacer gobernadora de Michoacán al orgullo de su nepotismo, Luisa María Calderón “La Cocoa” y no puedo, el PRI y el PRD, le cerraron el camino, para vergüenza del mismo Felipe.  
          De manos limpias nadie se acuerda, los mexicanos recuerdan, las manos manchadas de sangre, con más de 70 mil muertos, muchos mexicanos en los tianguis y en el sub empleo o  desempleo.
          A miles de madres llorando por sus hijos, que aún no aparecen, y por si fuera poco, sus propios compañeros de partido lo acusan de traidor y de vender sus voluntad al PRI, para que Enrique Peña Nieto, obtuviera, los 6 puntos de ventaja y vencer a AMLO.
          Felipe Calderón termino con las manos Manchado de sangre, vapuleado en su tierra y acusado por los mismos panistas de traidor…fue su salida y así es recordado.
De aquello y lo demás…
          Los diputados ya están en etapa de transición, el congreso del estado se renovara de igual forma el primero de octubre, ya los cursos de capacitación se han llevado a cabo, el que se perfila para dirigir al cuerpo legislativo es Ramiro Ramos, que en su caso sustituiría a Carlos Solís Gómez.
          Carlos hizo buena chamba calladamente, pero muy ordenado en su haber deja al congreso, con buenos números y con expectativas altas, el que viene tendrá mucha tarea, que a partir del primero de octubre se verá su mano en esta nueva legislatura


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