viernes, 4 de marzo de 2011

DISCURSO DE HUMBERTO MOREIRA VALDEZ

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LAS PALABRAS PRONUNCIADAS POR
HUMBERTO MOREIRA VALDES, LUEGO DE RENDIR PROTESTA COMO
PRESIDENTE DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PARTIDO
REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL.
Querétaro, Qro., 4 de marzo de 2011
Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes:

          Inicio mi intervención, agradeciéndoles a todas y todos ustedes que se encuentren presentes en este acto tan importante para nuestro partido.
          Agradezco a cada una y cada uno de ustedes su presencia, pero de manera especial agradezco a quienes se encuentran en las puertas de este reciento, a quienes han venido de lejos a ser testigos de este momento histórico para el partido.
          Con el mayor orgullo, con la mayor satisfacción que puede tener un priísta, he rendido protesta como Presidente del Comité Ejecutivo Nacional de nuestro partido, el Partido Revolucionario Institucional.
          Agradezco la confianza del priísmo, que al igual que a mi compañera Cristina Díaz Salazar, nos han dado esta gran responsabilidad en un momento clave de nuestra historia como partido y de la historia misma de México.
          Es un honor rendir protesta en la ciudad de Querétaro, donde la República obtuvo su victoria definitiva, donde deliberó el Congreso Constituyente, del que nació la primera Constitución con vocación social del Siglo XX, y donde se reunió la primera convención que delineó el programa y los estatutos de nuestro partido, del cual un coahuilense, Manuel Pérez Treviño, fue su primer presidente.
          Quiero saludar con respeto y afecto a los ex presidentes del Comité Ejecutivo Nacional que supieron conducirlo en nuestras horas de lucha y en nuestras horas de triunfo.
          Con orgullo y gratitud saludo a mis compañeras y a mis compañeros del
Consejo Político Nacional, reconocemos mi compañera Cristina y su servidor el
Compromiso de trabajo, y nos comprometemos, asimismo a trabajar unidos por
el fortalecimiento de nuestro partido.
          Saludo con solidaridad fraternal a las Organizaciones Sectoriales, que son la gran fuerza activa del PRI, a los Organismos Sindicales, Centrales Obreras, Confederaciones y Federaciones que con su capacidad de trabajo han sido el motor laboral del crecimiento de México.
          A las Organizaciones Campesinas que además de producir los alimentos que consumimos son la raíz de nuestra mexicanidad, a las Organizaciones del
Sector Popular, que representan la diversidad social y ocupacional de este gran país.
          Saludo con un reconocimiento especial a la Estructura Territorial, a los Comités Directivos Estatales, a los Comités Municipales, a los Comités Seccionales, ustedes son los pilares de nuestro partido, con su convicción y con su trabajo cotidiano ustedes hacen que el PRI sea el único partido con genuina presencia nacional.
          Saludo a las organizaciones adherentes; mi reconocimiento por contribuir al fortalecimiento de nuestro partido.
          Saludo con mucho cariño y gratitud a las mujeres priístas, que con su sensibilidad representan el corazón y la emoción social de las mexicanas, y son
parte fundamental en la construcción de una nación con igualdad de derechos
y equidad de género.
          Con mi mayor respeto y mi mayor aprecio, con la más grande esperanza
saludo a los jóvenes, que son el nuevo rostro del PRI.
          Las jóvenes generaciones que habrán de trazar los caminos de una nueva era para el PRI y para México.
          Saludo a las Presidentas y Presidentes Municipales surgidos del PRI, que están en la primera fila del trabajo por las mayorías, que son la autoridad más cercana a las necesidades de la gente, y que saben hacer más con menos, la vida nos dio la oportunidad a Cristina Díaz y a un servidor de ser Presidentes Municipales.
          Saludo a las diputadas y diputados locales, a las diputadas y diputados
federales.
          Saludo a los grupos parlamentarios estatales y federal de nuestro partido, a ellos, que defienden los intereses populares, de manera particular saludo a Francisco Rojas, Coordinador de nuestra fracción en la Cámara de Diputados.
          Saludo también a los Senadores surgidos del PRI, que velan por los principios del federalismo y por la defensa de la soberanía nacional.
          De manera especial saludo al Senador Manlio Fabio Beltrones, Coordinador de nuestra fracción en el Senado.
          Agradezco la presencia del Presidente del Partido Nueva Alianza, y quiero agradecer la presencia del Presidente del Partido Verde Ecologista de México, Jorge Emilio González.
          Quiero dirigir un saludo especial a los gobernadores de mi partido, que encabezan la administración de sus estados como sabe gobernar el PRI, con eficacia y altura de miras, con profundo compromiso social y un profundo amor
por México.
          Saludo primeramente a nuestro gran anfitrión, a José Eduardo Calzada
Rovirosa, que está trabajando cerca de la gente y devolviendo la honestidad y
la eficiencia al Gobierno de Querétaro.
          Saludo a Mario Anguiano Moreno, Gobernador de Colima, donde su gobierno sirve a todos sin distinciones.
          Saludo a Fernando Ortega Bernés, Gobernador que construye al lado de su pueblo un Campeche justo y solidario.
          Saludo a Mariano González Zarur, quien ha sabido convocar a la población de Tlaxcala, para crecer y promover la justicia.
          Saludo a Carlos Lozano de la Torre, quien trabaja por el progreso de todos en Aguascalientes.
            Saludo a Félix González Canto, de una nueva generación de gobernadores que gobierna con visión clara del futuro de Quintana Roo.
          Saludo igualmente a Roberto Borge Angulo, Gobernador electo de Quintana Roo, quien ganó y conserva la confianza de sus conciudadanos para gobernar con resultados que beneficiarán a todos.
          Saludo a Miguel Alonso Reyes, Gobernador que llama al movimiento de la sociedad para avanzar unidos al progreso y la equidad en Zacatecas.
          Saludo a Jorge Herrera Caldera, Gobernador de Durango, que está dando un nuevo dinamismo a su estado.
          Saludo a nuestra amiga Ivonne Ortega Pacheco, ejemplo de mujer priísta, entusiasta gobernadora de Yucatán, incansable en la búsqueda de bienestar para los yucatecos.
          Saludo a Andrés Granier Melo, cuyo gran trabajo, trabajo cercano a la gente, está transformando al bello estado de Tabasco.
          Saludo a Fernando Toranzo Fernández, Gobernador de San Luís Potosí que no detiene el paso en beneficio de todos los potosinos.
          Saludo a Miguel Ángel Osorio Chong, su perseverancia ha dado a Hidalgo más resultados que nunca en prosperidad y equidad social.
          De igual manera saludo a Francisco Olvera Ruiz, Gobernador electo de
Hidalgo, quien será un gran gobernador para todos los hidalguenses.
          Saludo a Egidio Torre Cantú, valiente Gobernador de Tamaulipas, que con la fuerza de la gente construye un estado seguro y próspero.
          Saludo a César Duarte Jáquez, quien con energía y experiencia está conduciendo a Chihuahua por el rumbo del crecimiento económico y la equidad social.
          Saludo a Rodrigo Medina de la Cruz, quien Gobierna Nuevo León en tiempos de cambio, con nuevos enfoques, vitalidad y gran dedicación.
          Saludo a Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, quién encabeza una nueva etapa de prosperidad con justicia para este gran estado de la República, su dinamismo y capacidad son la garantía de su éxito como
gobernador.
          Quiero saludar de manera especial a los Gobernadores de los tres estados de la República, donde en julio habrá elecciones para renovar los gobiernos de los estados. Elecciones que el PRI va a ganar, a Ney González, Gobernador de Nayarit, quien ha demostrado su capacidad para impulsar el cambio en su estado, y porque hay resultados en Nayarit, nuestro partido triunfará nuevamente.
          A Jorge Torre López, Gobernador de mi querido estado de Coahuila, quien conduce ejemplarmente el gobierno coahuilense.
          Saludo al Compañero Rubén, candidato a Gobernador de mi patria chica, de Coahuila.
          Saludo también al Gobernador del estado más poblado de la República, a quien con mano firme, rumbo claro, cumple sus compromisos con los mexiquenses, al Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Con
base en la unidad, en la calidad de las propuestas del PRI y de la confianza del
electorado vamos a ganar.
          Aquí está la fuerza del PRI, el PRI es la fuerza de México.
          Al asumir la dirección de este gran partido hago un reconocimiento, un gran reconocimiento a nuestra querida compañera Beatriz Paredes, por su
capacidad de diálogo, por sus iniciativas y por haber marcado una etapa de
fortalecimiento del PRI, muchas gracias querida compañera Beatriz.
Muchas gracias también a Jesús Murillo Karam, brillante Secretario General,
que con su talento político y la firmeza de su militancia ha contribuido a que el
PRI sea de nuevo el partido de las mayorías, felicidades Jesús Murillo.
          Cristina Díaz, al igual que yo, nos comprometemos solemnemente ante la dirigencia y la militancia de nuestro partido a respetar en todo momento los
Documentos Básicos del PRI, nuestra Declaración de Principios, el Programa del Partido, el Código de Ética, y todos los reglamentos, así como la Plataforma
Electoral, estos documentos son el catálogo político más rico, ambicioso y visionario para el desarrollo de México y serán la guía de nuestra conducta.
          Desde que era estudiante me convencí de que el PRI es el mejor partido de México, es el mejor partido por sus principios que nos señalan el rumbo para avanzar en la realidad compleja y promisoria del Siglo XXI, es el mejor partido porque es el que más se apega al proyecto de nación contenido en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y porque la historia nos une a las mayores luchas de nuestro pueblo, y a las más hondas demandas de todos los grupos sociales.
          El PRI es el mejor partido de México porque donde gobierna propicia condiciones para la inversión productiva, la generación de empleos, la competitividad y la distribución de las riquezas.
          El PRI es el mejor partido de México porque donde gobierna promueve la justicia social, la equidad de oportunidades, la democracia y la defensa de los derechos humanos.
          Convoco a todos ustedes, convoco a todos los priístas de todo México, convoco a la estructura del gran partido de México, de sus sectores y organizaciones, a la estructura más comprometida y más capaz a luchar con renovado brío por la democracia y la justicia social.
          En estas dos grandes causas se condensa nuestro credo, que es compartido en el hogar y en la escuela, en el ejido y en la fábrica, en la oficina y la pequeña empresa, en la plaza pública y el recinto artístico, en una palabra en todo México.
          La democracia se finca en la prevalencia de las garantías individuales y los derechos humanos, en el respeto a las libertades individuales y en la procuración de los derechos sociales para todos.
          La democracia se sustenta en la claridad y equidad de las reglas para la competencia por el poder que fija la Constitución, y en la independencia, imparcialidad y objetividad de las autoridades electorales.
          La democracia entraña disponer de mecanismos adecuados para la construcción de acuerdos entre las distintas fuerzas políticas y sociales, sin menoscabo de su pluralidad ideológica.
          La democracia y la justicia social exigen un Estado verdadero, efectivo y que funcione. Un Estado de Derecho que de certidumbre a la convivencia social, y a la solución de controversias.
          Un Estado de Derecho que garantice la integridad y la seguridad de las personas y sus bienes, de las familias y su patrimonio.
          La democracia y la justicia social son vigorosas si cuentan con un crecimiento dinámica de la economía, una generación suficiente de empleos dignos y bien remunerados.
          La democracia y la justicia social se afianzan mejor en un marco de estabilidad para la inversión, en condiciones favorables para la iniciativa emprendedora del fomento de las empresas grandes, y sobre todo de las medianas, pequeñas y familiares.
          Para que la justicia social llegue a todas partes hace falta la conducción decidida de un Estado fuerte, pero no obeso.
          Un Estado con autoridad y con capacidad de ejecución, pero no arbitrario, ni pasivo, un Estado que sepa respetar el mercado, pero que también sepa corregir sus limitaciones y excesos.
          Por todo ello, la democracia y la justicia social siguen siendo la piedra angular de nuestro programa y mantienen su vigencia como los grandes objetivos del México del Siglo XXI.
          No nos asusta el mundo globalizado en continua transformación y cada día más exigente, porque sabemos que con nuestro ideario y programa llevaremos a México a ocupar un lugar de liderazgo e influencia en este mundo globalizado.
          Quienes hoy viven de denostar al PRI y quieran que el pueblo olvide las aportaciones de nuestro partido a la construcción de lo mejor que hoy tenemos.
          A partir de 1929, en un mundo convulso, una economía internacional desquiciada, y con la amenaza de la intolerancia, el racismo genocida y los extremismos en México, nuestro partido comenzó a construir instituciones abiertas, en un marco de libertades y solidaridad, de ahí que los perseguidos por su raza, por su religión o por sus ideas y las víctimas del odio y la exclusión eligieran México para vivir en libertad, y desplegar aquí su talento, que enriqueció nuestra vida social, económica y cultural.
          A raíz de la Revolución el PRI fue el partido que respondió a la demanda de tierras de los campesinos y llevó a cabo uno de los repartos agrarios más grandes de la historia mundial.
          Los gobiernos surgidos del PRI supieron crear un sistema educativo nacional, laico y gratuito, que dio instrucción, formó habilidades e inculcó valores cívicos a una población con uno de los crecimientos demográficos más altos del Siglo XX.
          El PRI en el Gobierno hizo que la educación fuese el medio más importante, justo y eficaz de superación individual y movilidad social.
          Los gobiernos surgidos del PRI supieron edificar un sistema de salud pública y seguridad social que acabó con enfermedades que antes nos diezmaban y que protegió a generaciones cada vez más numerosas.
          El PRI en el gobierno hizo que la salud fuera un derecho real y cotidiano con el que los mexicanos elevaron su esperanza y calidad de vida hasta niveles de los países más avanzados.
          Los gobiernos surgidos del PRI supieron establecer un marco jurídico e institucional a la altura de los mejores del mundo, para velar por las condiciones laborales, la capacitación, el acceso a la vivienda y el respeto a la autonomía sindical de los trabajadores.
          El PRI en el gobierno hizo que las demandas de los trabajadores se tradujesen en derechos y prestaciones concretas y en instituciones encargadas de su cumplimiento.
          Los gobiernos surgidos del PRI, uno a uno, supieron extender la infraestructura para el desarrollo, que abrió la modernización de México: autopistas y caminos, presas y plantas hidroeléctricas, puertos y aeropuertos, canales de riego, redes de agua potable, sistemas de abasto y prevención de desastres, grandes conjuntos habitacionales y nuevas ciudades, teatros, parques y centros de esparcimiento, todo lo que de tantos años de tenerlo, pareciera que siempre estuvo ahí.
          Todo eso fue producto de la visión de crecimiento económico y bienestar social de gobiernos priístas.
          Con la convergencia de políticas económicas para el crecimiento y políticas sociales para la equidad, el PRI en el gobierno promovió la formación de una enorme clase media que es hoy el gran motor de la innovación, la competitividad y la capacidad creativa.
          Durante los gobiernos del PRI, el Estado mexicano daba atención debida a la cultura, se preservaron, investigaron y… las culturas originarias de nuestros pueblos indígenas.
          Los gobiernos emanados del PRI y el propio Partido impulsaron la creación de nuevas leyes, instituciones y procedimientos para elegir uno de los sistemas electorales más robustos del mundo.
          Hoy el rostro de México es muy distinto. Es tristemente distinto. Hoy México pasa por momentos difíciles. La brújula del Gobierno Federal parece perdida.
          La alternancia no produjo la mejoría en el gobierno que la gente esperaba.
          Hoy la falta de liderazgo ha sumido a la economía en una década de crecimientos muy bajos que lastiman por igual al empresario, al trabajador, al comerciante, al campesino y al ama de casa.
          A pesar de algunas cuentas alegres y de promesas olvidadas, las oportunidades son insuficientes.
          Hoy los salarios han sido superados peligrosamente por los precios y se han multiplicado los jóvenes que no encuentran lugar ni en el estudio ni en el trabajo.
          La pobreza y la desigualdad, los dos grandes males del país, se han agudizado. Las cifras objetivas muestran que hoy hay más pobres y se ha recrudecido la marginación social.
          Muchas familias, miles de familias, están perdiendo la esperanza. Y cómo no había de ser así, si en vez de un liderazgo claro y comprometido con las mayorías y con la mira puesta en el crecimiento justo de México, se utiliza la política no para lograr acuerdos de alcance nacional, sino para otorgar ventajas electorales.
          Acaso lo más grave, cada día son más las ciudades y los poblados, las carreteras y los centros de reunión, en los que ya no se vive en paz y con seguridad.
          De ahí que ahora México tenga un rostro triste, el rostro de un país que ha sido superado por naciones hermanas que antes nos admiraban. El rostro de un país que hacia el exterior actúa con incongruencia e impericia, y que hacia el interior ha extraviado el rumbo.
          Ante esta realidad, los priístas reafirmamos nuestro orgullo por lo que supieron realizar los gobiernos emanados de nuestro Partido. Sin embargo, no es al pasado a lo que los priístas deseamos regresar. No es a ningún pasado que esta generación del PRI pretende volver.
          Quienes quieren volver al pasado son los conservadores que defienden privilegios y atentan contra el Estado laico.
          Quienes desearían volver al pasado son los nostálgicos del populismo, los que creen que la equidad social es igual a subsidios irracionales e insostenibles.
          El PRI mira hacia delante, avanza hacia el futuro, se mide con los desafíos de este siglo.
          El PRI sabrá impulsar con eficacia el crecimiento de la economía y la creación de empleos, integrando las nuevas capacidades, las nuevas tecnologías, los nuevos modelos de producción, y fortaleciendo el mercado interno tanto como se aprovechan los mercados externos.
          El PRI sabrá construir una nueva cultura de responsabilidad fiscal, para que la Hacienda pública cumpla efectivamente los fines sociales del Estado.
          El PRI sabrá hacer una alianza histórica con los sectores productivos para propiciar la inversión, que es el motor del crecimiento, de la generación de empleos y de mejores niveles para todos.
          Esa alianza será clave para revertir el agravamiento de la marginación social y
la pobreza, que se han agudizado en estos últimos años. Esa alianza nos permitirá fortalecer la política social que es la base de nuestro Partido.
          El PRI sabrá abrir las oportunidades para los jóvenes mexicanos de hoy y de mañana que quieren convivir, competir y compartir retos con los más adelantados del mundo.
          El PRI sabrá reorientar un desarrollo justo para el campo, donde las mujeres y los hombres labrarán su prosperidad a partir de la productividad y del uso de las tecnologías e insumos más modernos.
          El PRI sabrá responder a la mujer mexicana que con justicia exige su lugar igualitario en las decisiones, en las acciones y en los frutos de la economía, la política, la participación social, la ciencia y las artes.
          El PRI sabrá construir y consolidar una nueva cultura de la legalidad, la justicia y la seguridad, enseñando y aplicando políticas y programas que regresen la paz y la tranquilidad a México.
          El PRI sabrá cambiar el sentido del servicio público, del mero seguimiento de trámites a la solución de necesidades ciudadanas y pondremos al ciudadano en el centro de las tareas de gobierno.
          El PRI sabrá poner al día a las instituciones de México para que vuelvan a responder con puntualidad y eficacia a las demandas de los hombres y mujeres, de los jóvenes y de los adultos mayores.
          El PRI es el único Partido capaz de emprender y realizar la gran tarea que hoy exigen los mexicanos, porque el PRI es el Partido que mejor sabe gobernar México.
          Las mexicanas, los mexicanos lo saben. Con su voto el PRI gobierna 19 de 32 entidades federativas y gobernamos en 23 capitales estatales.
          Con el voto de los electores, el PRI representa 238 diputaciones federales, 33 senadurías y formamos mayoría en 23 de los 32 Congresos estatales.
          El PRI es el Partido que cuenta con los mejores cuadros, con los profesionistas y técnicos más preparados, con más experiencia y con mejores ideas.
          El PRI es el Partido que cuenta con la mayor base social, la militancia más comprometida y las agrupaciones más representativas y mejor organizadas.
          El PRI es el Partido que mejor representa y defiende los intereses de los trabajadores del campo y de las ciudades, de los jóvenes y de las mujeres.
          En el PRI han militado y actuado muchos de los políticos mexicanos. A ellos reconocemos su visión, su capacidad de transformar el país y su entrega a la construcción del Estado mexicano, uno de los más fuertes del Siglo XX.
          A ellos reconocemos la inteligencia política y la sensibilidad social con que supieron comprender cada reto y cada circunstancia, y la rectitud y congruencia con que dieron a México un lugar prominente en el escenario internacional.
          A ellos reconocemos el talento y la perseverancia con que edificaron el sólido entramado institucional que todavía sostiene a la nación. Fueron ellos quienes hicieron de México un país de instituciones como clave para la estabilidad política y social.
          Como en distintos momentos de su historia, el PRI renueva su dirigencia para enfrentar nuevos retos y vencer contiendas más competidas.
          El PRI renueva su dirigencia para aplicar en el gobiernos programas acordes con la globalización y los requerimientos del presente.
          El PRI renueva su dirigencia para seguir siendo el Partido que mejor gobierna en México, y como lo hace la nueva generación de gobernadores en el país.
          El PRI renueva su dirigencia para convocar e incorporar a nuestras filas a las generaciones que están delineando el México del Siglo XXI.
          Siempre he sido priísta. Formo parte de esta generación que se ha forjado en gobiernos locales y también ha vivido la experiencia de ser oposición y por ello ha aprendido a competir en nuevas condiciones.
          Siento un gran orgullo de haber militado en el PRI desde el comienzo de mi carrera política y también estoy muy orgulloso de pertenecer a esta generación que habla y actúa diferente, que hace política diferente porque quiere a un Mundo y a un México diferentes.
          Siento un gran orgullo de pertenecer al Partido que ha dado los mejores políticos, los mejores ideólogos, los mejores gobernantes de México. Y también estoy orgulloso de formar parte de una generación que escucha, se compromete y que cumple, y que va a demostrar que esta manera de hacer política se puede extender por todo el país.
          Esta generación que sabrá atesorar, procurar y honrar el legado de las generaciones priístas precedentes, que ofrece y reclama la unidad de todos los priístas.
          La unidad, compañeras y compañeros priístas, ha sido y sigue siendo el valor político más importante de nuestro Partido. El PRI se fundó para la unidad y desde la unidad ha servido mejor a México.
          El PRI sabe que sólo la unidad nos lleva a ganar la voluntad popular, a ser gobierno y servir a la ciudadanía.
          El PRI conoce que la unidad es nuestro mayor activo, la fortaleza de nuestra organización, el principio que hace del PRI la fuerza de México.
          Los priístas sabemos que el Partido se ha desunido y ha perdido, y sabemos también que cuando está unido es invencible. No hay razón, interés, ambición o proyecto individual o de grupo que pueda alegar mayor valor que la unidad de nuestro Partido.
          Con unidad no nos atemorizan las alianzas impúdicas entre adversarios, que solamente se hermanan en su obstinación de frenar lo inevitable, el avance del Partido más grande de México.
          No nos atemorizan las relaciones espurias de quienes traicionaron sus orígenes, sus trayectorias y su discurso por la vana ilusión de impedir las victorias del PRI.
          No nos atemorizan las maniobras amparadas en la legalidad partidaria pero aunada a la ilegítima intervención gubernamental, que pretenden frustrar el anhelo de las mayorías que desean que gobierne el PRI.
         En el PRI sabemos que las alianzas electorales se hacen para objetivos positivos, para sumar propuestas afines, para acelerar programas diseñados bajo principios compartidos.
          Desde la unidad firme en nuestro Partido, hoy levantamos la voz y la levantamos fuerte: el PRI va a ganar las elecciones del próximo 3 de julio, vamos a ganar las alcaldías en Hidalgo, vamos a ganar en noviembre el gobierno de Michoacán, vamos a ganar en julio Nayarit, vamos a ganar Coahuila, vamos a ganar el Estado de México.
          Porque el PRI es la fuerza de México.
          Y para que lo escuchen bien desde ahora: en el 2012 el PRI va a ganar la Presidencia de la República.

Viva Querétaro.
Viva el PRI.
Viva el PRI.
Viva el PRI.
Viva México.
Gracias.
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