lunes, 15 de octubre de 2012

Los Avatar de la política mexicana.

Tiempos de Guerra

Chano Rangel

Muchos son los que participan, pocos son los que ganan, y muy pocos son los que mandan, así se define en algunos textos leídos por un servidor a la clase política mexicana

Grupo selecto, privilegiado, viviendo en una luna aparte, habitable solo por los de su especie; secretarias de estado, delegaciones, cámaras de diputados locales, senado y la misma cámara de diputados federales.

Son una especie de colonia avatar, explotando un mineral precioso, como el que se describe en dicha película, nada más que aquí en lugar de ser el unobtanium, en la luna de Pandora, es el impuesto de todos los mexicanos, a través de procampo, hábitat, y cada uno de los programas, sin lugar los mas queridos, siempre ha sido la clase política existente.

En algunas platicas, el que escribe, ha escucho de viva voz de muchos de los hombres del poder, decir “yo le la merezco o ya me toca a mí” como si se tratase de un juego de naipes, donde la administración o dirección de un pueblo se hacer por herencia.

Vivimos en un país, de privilegios, donde el rico y el pobre, no se preocupa, el rico seguirá siendo rico y mas, y el pobre seguirá siendo pobre y mas, donde el problema estalla, es el aniquilamiento casi en estas últimas cuatros décadas, de la clase media mexicana.

Somos de otra estirpe, decía un viejo político, nosotros construimos este país, y sus instituciones, ya murió, era del estado de México, jefe máximo del grupo Atlacomulco, le decían el Profe, y sus hijos salieron buenos para los negocios, de toda índole, negros, claros, y de todos los colores, su mayor cualidad es saber hacer dinero sin importar el cómo.

Ahora esa raza privilegiada, que no tiene nada de que presumir, solo el ser parte del selecto grupo, desde hace mas de 3 generaciones la mayoría de ellos, algunas nacidos en pañales de seda, otros venidos desde abajo, pero una vez encumbrados, no dejan por nada del mundo el circulo de la clase predilecta.

En ese aspecto, no se distingue color o partido, pareciera que el poder los une, por que tratándose de conseguir mas componendas, se ponen de acuerdo en un dos por tres.

Pero si se trata de ayudar al pueblo, a los de abajo, a la clase media, entonces se arma tremenda bronca, como la ya hecha por la reforma laboral, donde nadie quiere perder sus privilegios.

Ningún partido político, ha puesto por encima de todo el bien de la nación, nadie ha dicho, que cederán poder y prerrogativas para mejorar las condiciones laborales de los millones de mexicanos. Todo lo contrario, quieren blindar más las preguntas y los cuestionamientos incómodos.

Porque eso así a la hora de negociar, es magnífica nuestra raza de avatar mexicanos, primero ellos, luego ellos, al final ellos y si queda algo, es porque a alguien por descuido se le olvido.

De aquello y lo demás

Se cierra el telón, 20 años han pasado desde aquel 1993, cuando inicio el Festival Internacional de Otoño, dos décadas de presentar lo mejor del arte y la cultura a los matamorenses.

Y ayer como en el principio estaba Florinda González de Pérez, presidenta del FIO, muy contenta de ver a miles de matamorenses de disfrutar del concierto del TRI, Alex Lora y compañía pusieron a todos en la nostalgia y la algarabía.

Culmino con este acto la veinteava edición, apoyada por el alcalde Alfonso Sánchez Garza, en su segundo año de mandato, el munícipe, pudo constatar, del crecimiento y la internacionalización del festival, y sobre todo poniendo a Matamoros en boca del mundo entero.



















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