viernes, 24 de mayo de 2013

La Bolsa Mexicana de Valores en el 2012

CISLE
La Bolsa Mexicana de Valores en el 2012 tuvo uno de los mejores comportamientos en el mundo. El riesgo país, indicador que mide el riesgo en el pago de deudas y se refleja en las sobretasas que paga cada país, mejoró. La competitividad mundial aumentó, pasó del lugar 58 al 53, según el Foro Económico Mundial.

Las bajas inflaciones y la estabilidad cambiaria en la última década crearon un ambiente positivo en los mercados internacionales para México. El llamado Pacto por México, donde los partidos se comprometen a realizar las reformas necesarias para darle mayor competitividad al país, también creó esperanzas entre los inversionistas; sin embargo, todos esas variables positivas no son suficientes para lograr los niveles de inversión y crecimiento que necesita el país para incorporar a millones de jóvenes que todavía se encuentran sin empleo. Los salarios de la mayoría que tiene empleo son insuficientes para crear una demanda interna e incentivar un mayor crecimiento.

Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional consideran crecimientos un poco menores para el resto del sexenio, a los que se esperan en el 2013: 3.1%. El incremento de flujo de dólares del extranjero hacia México se ha ido mayoritariamente a la inversión financiera. Esa conversión entra para beneficiarse transitoriamente de una tasa de interés mucho más alta que la de sus países de origen, pero disminuyó la inversión directa, la que crea una mayor actividad económica, empleo y tiene una mayor permanencia.

El Presidente Enrique Peña Nieto y el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, saben que la única forma para que el crecimiento de México supere los proyectados es mediante las Reformas estructurales: fiscal, energética y complementar la laboral, en la dirección que señalamos en el libro Reformas Estructurales que han funcionado, con algunas variables, en Alemania, Chile y China, entre otros países.

Si por alguna razón el Ejecutivo Federal y el Congreso no se ponen de acuerdo en implementar las reformas estructurales correctamente, no tendremos mejoras sustanciales en el crecimiento y creación de empleos y hay la posibilidad de que se pierda parte de la estabilidad lograda.