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Jose Ángel Solorio Martinez |
Makiávelicos vs Castrosos…
A Reynosa, Tamaulipas, le sigue
faltando gobierno. Tanto la Presidente del Cabildo, como a este último, les
falta capacidad de negociación que es lo mismo capacidad de diálogo, que es lo
mismo, lógica política. Entrampados en un empate técnico, el bando de los
Maquiavélicos –encabezados por la presidenta municipal- y la pandilla de los
Castrosos –dirigidos por el Síndico Alfredo Castro Olguín-, no encuentran el
punto medio de gobierno porque sus ambiciones van mas allá de las exigencias
del pueblo que los eligió.
Midiendo con la vara de la Justicia
las opiniones de ambos, se puede decir que los dos tienen medianamente la
razón…
…o los dos, están medianamente
equivocados.
Si esto fuera una adivinanza sería
irrelevante con cual ponderación haríamos nuestro juicio. Pero no. El asunto es
más complejo. Sobre todo, porque el que pierde en ambas respuestas es la
sociedad que votó por un ente de gobierno que presuntamente encarnaría cambios
sustanciales para bien, en una ciudad vapuleada a diario por los mañosos y por
la delincuencia política organizada.
¿Quién
se negaría a comprar un lote de camiones recolectores de basura, cuando la
ciudad está inundada de desperdicios de todo tipo?..
Obviamente: nadie. Nadie que pensara
en la solución de los problemas de la comunidad. Pero no es ese el asunto:
ambos bandos desean llevar agua a su molino, o lo que es lo mismo: llevar
dinero a sus bolsillos.
Maky para llevarse –en manos de sus
hijitos y su maridito que enfermo, enfermo parece no estar, porque estira la
mano en todo negocio- el 10 por ciento de toda compra que realiza. Castro
Olguín para beneficiar a uno de sus patrones políticos.
Lo de la renta del local para
pasaportes está más claro: Maky quiere violentar la Ley porque el inmueble es
propiedad de una familiar suya directa y concretar ese contrato sería una
flagrante ilegalidad.
¿Quién se opondría a ahorrar los
dineros de los reynosenses?..
Nadie, está claro. Sólo que no se
puede pensar en ser ahorrativos conculcando los preceptos legales que en su
toma de protesta juraron cumplir y hacer cumplir.
Aquí, sin duda los Castrosos tienen
la razón.
Maky, se ve en esta variable como un
ser ambicioso vulgar y gandalla.
No se puede gobernar desde la tozudez
y desde la conmiseración. El video que sube el Ayuntamiento de Reynosa, con una
Maky llorosa y compungida haciéndose la mártir de un Cabildo sanguinario y
ojeis, es un recurso tan melodramático como patético.
No es generando lástima, como se
superan los conflictos.
No es con pujidos, de víctima como la
ciudad va avanzar.
Ni mucho menos con una demagogia
populista de los Castrosos, como se va a destrabar el empate de fuerzas al interior
del Cabildo.
Es con voluntad política y con
sensatez como Reynosa se puede liberar. Es posible que a algunos les convenga
la descomposición política de la ciudad y que intenten pescar en el entorno de
creciente ingobernabilidad.
Ya fue demasiado.
Falta la mediación prudente del
Congreso del estado.
Falta la intervención del líder de todos los
seguidores –que ahí deben de estar Maky y Castro Olguín- de los Vientos de Cambio en
Tamaulipas.
Sin esos arbitrajes, y sin el regreso
del juicio a los Makiavélicos y a los Castrosos, Reynosa seguirá siendo lo que
ahora es: una ciudad olvidada por los
que
dicen que la aman…
… y una metrópoli, destruida por
quienes juran ayudarla.