sábado, 26 de agosto de 2017

El Fogón

Jose Angel
Solorio Martinez
Sergio Guajardo y el PRIAN…

          ¿Quién tiene mayores posibilidades de ganar mañana la elección del CDE del PRI en Tamaulipas?..
          Sin duda: Sergio Guajardo Maldonado.
          ¿Por qué?..
          ¿Acaso Oscar Luebbert no ha presumido la mayoría de los delegados?..
          ¿No es la democracia una de las demandas de las bases tricolores tamaulipecas en esta coyuntura tanto interior como exterior?..
          Se pueden lanzar todas las interrogantes e hipótesis para desentrañar lo que está determinando o definiendo el resultado final de la elección de este sábado. Se pueden mencionar, decenas; todas, coherentes, inteligentes y posibles.
          Solo una, parece estar flotando en el escenario tamaulipeco, que inclinará la balanza a favor del victorense: la constitución en el 2018 del bloque anti lopezobradorista en la región.
          Así es.
          Lo que está pesando en la elección sabatina, no es la democracia interna, ni es la búsqueda de un dirigente con empaque opositor a la administración estatal, ni la renovación del PRI ni mucho menos la intención de tomar en cuenta a la militancia.
          Lo que se construye con esta asamblea tricolor, el PRIAN regional.
          En efecto: el PRIAN.
           Y en ese esquema, Luebbert y su proyecto, representa la obstrucción para poner en marcha ese vital proyecto para la clase política hegemónica en la región y soporte en la comarca para los adversarios del enemigo a vencer: AMLO.
          Su ruptura con el gobierno estatal, canceló la posibilidad del reynosense se operar como armella en la región.
          (Con el apoyo logístico –y todo lo que ello conlleva- de Egidio Torre, Oscar Almaraz, César García y Eugenio Hernández, se ve complicado remontar para el candidato fronterizo).
          Guajardo, representa la continuidad del régimen penumbroso como institucional. Por eso ha concitado las simpatías y las adhesiones de Egidio Torre, Eugenio Hernández, y otros. La nueva coalición tamaulipeca, se delinea en la Secretaría de Gobernación, desde donde Miguel Ángel Osorio Chong ha construido los escenarios políticos regionales durante la administración de Peña Nieto.
          En ese contexto, está la próxima declinación de Alejandro Guevara Cobos, a favor de Sergio Guajardo Maldonado.
          ¿Por qué la renuncia de Guevara en ese sentido?...
          Primero: por el PRIAN.
          Segundo: por la negociación de la Senaduría.
          Tercero: el cobro de facturas a Manuel Cavazos Lerma –lo liquidó hace cinco años de la candidatura al Senado para posicionarse a la cabeza de la fórmula, cuando el mantense ya traía en mano su registro- que se ha desvivido en apoyos a Luebbert.
          El reynosense trae un extraordinario trabajo.
          Le ha dado una plausible dinámica a buena parte de la estructura partidista del tricolor en todo el estado. El error de Luebbert, es no haber leído con precisión el escenario. Sólo le resta, construir una salida inteligente, y sobre todo digna.      
          Muchos de sus seguidores, merecen una opción válida para seguir con su vocación militante.
          La ruptura se ve obligada.
          Los luebbertianos, -se ve- no tienen nada que hacer en el PRI.
           Ese es el gran reto de Oscar: encausar en forma responsable toda esa dinámica partidista que tan bien construyó.
          Sergio y Guevara, se quedarán con despojos.
          Con lo peorcito del PRI en Tamaulipas.
          Quizá, ese sea el mayor aporte al sistema político tamaulipeco, -y para bien- de Oscar Luebbert y sus correligionarios…

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