El
alcalde que sueña
con ser juez…
José
Ángel Solorio Martínez
La desaparición de las instituciones
responsables de administrar e impartir Justicia están debilitadas en todo el
noreste mexicano. Los poderes fácticos, las han flagelado al punto de que
pareciera han desaparecido. Por ninguna parte, se ve a los policías
ministeriales o a las procuradurías desplegando actividades inherentes a su
naturaleza.
Los delitos del fuero común se han
disparado –asaltos, robos domiciliarios, homicidios imprudenciales, lesiones,
etc.- y no existe poder humano que actualmente puede combatirlos o aminorarlos.
Penoso, el asunto para la autoridad.
Doloroso caso, para los ciudadanos.
A eso hay que añadir, que la milicia federal
llegó a la comarca desplazando a las policías locales. Los preventivos y los
ministeriales, no se ven por ningún lado.
Para marinos y
soldados, es incómodo ir a mediar entre un borracho y su mujer que pelean por
problemas domésticos cuyo arreglo es finalmente casero y no militar. E igual:
no concurren, cuando solicitan su presencia por un robo de carro o el hurto de
un tanque de gas butano.
Las visitas del Secretario de
Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong han sido mas o menos recurrentes en la
región pero para nada han sido de utilidad.
Muy probablemente, por eso han
surgido engendros sociales que se proclaman justicieros y ocupan grotescamente
el vacío dejado por la irresponsabilidad del gobierno federal como el alcalde
de San Pedro, Mauricio Fernández.
Este espécimen, le pega al Juez, al
Agente del Ministerio Público y al Magistrado de rancho.
El caso del joven Javier Cárdenas Dávila,
es una muestra de ello.
(Se conoce que fue detenido por
civiles que se dijeron policías, luego de ser herido cuando huía).
El asunto no ha concluido. Está en
manos del fiscal.
Dentro de poco, pasará al Juez.
Pero el alcalde Mauricio, ya lo
condenó.
Ha declarado que el joven victorense,
es una fichita; que vendía droga; que fue detenido en una operación de compra
venta de estupefacientes.
¿Un alcalde puede hacer ese sumario
juicio contra un ciudadano, que ni siquiera ha pasado por los tribunales?..
Evidentemente, no.
(Los padres del joven, bien podrían
demandar por usurpación de funciones al delirante sujeto).
La sociedad, debe poner un alto a
esos vicios prohijados por el escenario de violencia y de ingobernabilidad que
nos abofetea.
Antes de que se propaguen, esos
abominables excesos…
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