domingo, 23 de agosto de 2015

Altamira “La Casona de Quintero 100”: “nadie sabe para quién trabaja”: Pedro Carrillo

La presidencia municipal de Altamira se encuentra en la calle Quintero número 100, esquina con la calle Hidalgo, y es conocida como “La Casona de Quintero 100”, y el ex alcalde Pedro Carrillo Estrada, cuenta una anécdota; veamos: “cuando fui director de Obras Publicas con Juvenal Hernández Llanos, reconstruí los que era la cárcel municipal, para ordenar todo lo del departamento, pero llego Javier Gil Ortiz y la aprovecha como la oficina del alcalde”.


Marcelino García Contreras.
Altamira, Tamps
            Pedro Carrillo Estada no niega su aspiración, pero remarca que no es una ambición llegar nuevamente a la alcaldía, “estoy trabajando con la sociedad civil, de lunes a viernes tengo reuniones, con grupos de 8 o 10 personas, espero los tiempos que marque el partido, y entonces decidiremos, pero desde ahora deja muy en claro que no va pactar con nadie, compartir el poder de administrar al municipio.
            Carrillo Estrada es un hombre de habla pausada que explica como modelo de su política, son como administrar su casa, su empresa, si tienes éxito en ello, lo tendrás en una administración municipal, sino tienes el éxito ahí; entonces no servirás para conducir los destinos de un municipio.
            -Se le pregunta… ¿si la actual administración ha tenido éxito,  porque hay obras trascendentes como la construcción del edificio de la alcaldía, los conjuntos administrativos en la “Retama”, una casa de la cultura y el reciente anuncio del Cuartel de Bomberos?
            El entrevistado sonríe, mueve su cabeza… y exclama: “nadie sabe para quién trabaja”:
            Te voy a contar una anécdota… cuando fui director de Obras Públicas, en la administración de Juvenal Hernández Llanos, en el departamento estábamos muy hacinados, entonces con el respaldo del alcalde, me autorizo remodelar lo que era la comandancia de la policía, ahí trabaje con todo para ordenar lo de Obras Públicas, por cosas del destino debí renunciar, eso no fue todo…al término de la administración de Juvenal, entro Javier Gil Ortiz, como alcalde, el edificio que yo había remodelado, le sirvió como despacho del alcalde, por eso yo digo nadie sabe para quién trabaja”.
            Luego el ex alcalde platica sobre el trabajo político que viene realizando con la población de Altamira, donde visita a los amigos, a los amigos de mis amigos, pero aclara que es solamente pláticas entre amigos, ahí vemos que es lo que más le conviene al municipio, un gobernante con experiencia o un gobernante que venga a aprehender,        
            “Estamos listos y con la experiencia que da confianza”. Así termina el ex alcalde.





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