Tiempos de Guerra
Chano Rangel
El martes fue decisivo para los norteamericanos, las urnas presidenciales, 11 estados, y dos territorios libres asociados; Puerto Rico y Samoa, también renovaran la tercera parte del Senado y la totalidad de la cámara de representantes.
Si las cosas no cambian, y en vísperas de que ya me dio mucho sueño, el hombre de color, que actualmente gobierna la unión, seguirá por otros cuatro años mas, el voto latino, lo seguirá manteniendo en el poder.
Si bien es cierto que los primeros dos años del Presidente Obama fueron, entre lo desastroso y lo impensable, poco a poco, y haciendo buches de sus propios correligionarios, pudo hacia su tercer año de gobierno sacar a flote el enorme barco que representa la nación.
Los males heredados por el saliente George W. Bush, dejo al demócrata, sin canicas y ya mero sin escritorio en la oficina oval, allá también se cuecen habas, las broncas financieras salieron a relucir, la cloaca de estiércol salió, por el sistema hipotecario, hasta ese momento orgullo nacional, y por si fuera poco otro golpe demoledor fue el desplome de la industria automotriz, pilar de la economía estadounidense.
Pero una vez cruzado el mar lleno de tempestades, el hombre consiguió los apoyos necesarios y justos para que la economía, volviera a transitar por el crecimiento, bajar un poco el alto índice de desempleo y sobre todo regresar la confianza la unión americana.
Todo salió más o menos bien, y para colmo llego “SANDY” una tormenta que dejo al desnudo al distrito financiero de NEW YORK, NEW JERSEY. Sin embargo en vez de derrotarlo saco provecho y aprovechando las propias palabras del opositor Romney; que acababa de decir que desaparecería los fondos de desastres y ahí apuntalo el presidente la diferencia que le faltaba.
Sin embargo dice el viejo y conocido refrán, que cuando a Estados Unidos le da gripe, a México le da Pulmonía; y no hay nada mas cerca de la realidad, muchos mexicanos o de origen, contribuyen fuertemente a la economía norteamericana, en ellos, en el 11% de latinos, Barack Obama, finco su campaña, y en las minorías su financiamiento
Pero poco podemos esperar de este lado del Rio Bravo, la tan cuestionada reforma migratoria será un buen sueño, por dos razones, la gran oposición republicana, y la división de los congresos.
La cámara de representantes es de color roja, republicana y la de senadores es de color azul, demócrata y si en este año la pelea fue de perros, en el próximo mandato será de Leones, porque el mismo presidente no podrá reelegirse y los republicanos afinaran sus fusiles, hacia el escenario de 2016.
Y tampoco descenderá la venta de armas, por la sencilla razón, que esa es la fuerza que distingue a los Estados Unidos. Y el plan Mérida seguirá su marcha, cuestionado o no ahí estará colgado con hilos, y la polémica legalización de la marihuana en algunos estados de vecino país, seguirá firma contraponiendo la política en este rubro de ambas naciones.
De aquello y lo demás…
Hay un dicho que a la letra dice: “el que no reconoce sus errores, esta condenado a repetirlos”. Y al parecer es el caso de la ciudad de Rio Bravo, que nomas no entienden la lección.
Que gente tan batalloza, si cuando están de acuerdo pierden, divididos serán presa fácil; ahora sí que la cuadratura al círculo, no mas no la encontramos.
El profesor Miguel Labrada, se perfilaba como sucesor de Horacio Tovar, pero este no se quiere ir, exige bono de retirada, como si su trabajo hubiera sido ejemplar; y los grupos por otra parte se oponen a la llegada del profesor Labrada, le recuerdan viejas rencillas.
Y por si fuera poco, el otro profesor, Pepe Hernández, “El Rivereño”, encuerdo hasta los relojes de arena, y deja un reverendo desmoder con los grupos de poder riobranvenses, tanto fue el daño hecho por el Pepe, que tuvo que venir de Reynosa, Don Lupe González Galván, un hombre con una mano izquierda muy bien entrenada.
Ahora el priismo de Rio Bravo, esta varado, ni Horacio se quiere ir, y ni Labrada quiere llegar, ahí según dicen los que saben vendrá otro u otra en el lugar de estos dos personajes. Que barbaridad.
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