Edy Pintor |
La herejía a la industria.
Edy Pintor
La panda degradada a una ranfla de mercaderes, traficantes y
chalaneadores ejemplarizada por Luis Apperti Llovet, mutó en una extraña
criatura insaciable de poder en todo el sur de Tamaulipas.
El empleado de M&G Polímeros y personaje gestado para la
conveniencia de ciertos intereses del ex gobernador Tomas Yarrington-ojo: es
empleado no dueño de industria alguna. El gobierno anterior lo convocaba
destacándolo como empresario industrial-, seguramente mantiene negocios y
obtiene ganancias capitales en muchos de los ámbitos, pues solo se quejan de la
inseguridad cuando les conviene y lucran. Intentan someter al gobierno para
lograr hacer componendas que le beneficie a esta camarilla.
Solo existe una realidad: ya no los
aguantan.
Con la retirada de serios participantes de las mesas de seguridad en la
zona conurbada, el sur se convirtió en esquina y vértice detonadora de una
carambola de cambios en el estado parra atomizar y dar paso a una nueva etapa
en la entidad, pues las distintas mesas o consejos de seguridad en el estado,
se renovarán dando ese oxígeno anhelado. Oxígeno, que solo renovados vientos
pueden dar.
Un ejemplo y retomando una de nuestras participaciones anteriores, es el
CIESTH (Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas y la
Huasteca), agrupamiento de unos cuantos donde ‘de facto’ siempre ha sido y
es comandada por el vitalicio Luis Apperti Llovet, es una gavilla que pretende
dejar al frente de este organismo al priísta Eduardo Manzur, quien a propósito,
es del corral de Joel Vela Robles, hoy defenestrado secretario ejecutivo del
C-4 y a quien desplazaron como asesor de gobierno; es decir, al también amigo y
ex colaborador de Oscar Pérez Inguanzo, lo reemplazaron y le dieron una
“avionetota”-en la próxima participación hablaremos del tema-.
Una organización que pretende representar instituciones empresariales en
manos de alguien como Eduardo Manzur, ex empleado de la Secretaria de Finanzas
del gobierno de Egidio Torre, representa una gran falta de visión que además
insulta a los verdaderos industriales y desprestigia aún más, el poco
credo que tenían. No porque sea político, sino que el punto, es porque deja
totalmente de ser un tema empresarial.
Para terminar: la herejía y sacrilegio a la buena industria y empresa
que han profanado esta secta de pseudoindustriales, ha provocado serios daños
al desarrollo económico.
Ha espantado y ahuyentado la inversión en Tamaulipas.
Muchas gracias y hasta pronto
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