sábado, 5 de abril de 2014

Polvorín

Los excesos del liliputense
José Ángel Solorio Martínez
          El alcalde de Tampico, Tamaulipas, Gustavo Torres Salinas deber ser llamado a cuentas por el Congreso. Su ejercicio de gobierno y su manejo presupuestal, violentan el sentido común y muy probablemente la Constitución de la república y los ordenamientos fiscales. Hace unos días, viajo a una ciudad de Estados Unidos con todo y su  Cabildo en pleno. Informó que gastó del erario  700 mil pesos en ese periplo oficial.

           Ahí empieza el debate.
           En ese asunto, se dan contradicciones.
           ¿Por qué una autoridad mexicana, se transporta al extranjero con dinero público con el objeto de realizar presuntas actividades derivadas  de su administración?
           ¿Es legal, que un alcalde utilice el gasto publico en otro país?..
           ¿Es benéfico para la ciudadanía de Tampico, el turismo político de Torres Salinas?
           Basta mencionar un mandato constitucional: Un Presidente de la república, requiere de la autorización del Congreso de la Unión para salir del país. Y más: en el pasado, un candidato presidencial que pisara suelo extranjero estaba imposibilitado para gobernar.
           ¿Por qué hoy con tanta ligereza el Congreso de Tamaulipas tolera las excentricidades de un alcalde  de tan poca monta?
           ¿Como va a justificar fiscalmente  los gastos en el extranjero el Ayuntamiento tampiqueño?
           ¿Qué hará la Contaduría Mayor de Glosa del Congreso de Tamaulipas con esas erogaciones fuera del país?
           Gustavo Torres Salinas-el Enano del Mal, para sus detractores-tiene mucho que explicar al Poder Legislativo.
           Y el Congreso, tiene mucho que explicar a los ciudadanos tamaulipecos por los excesos del liliputense..

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