Los excesos del
liliputense
José
Ángel Solorio Martínez
El
alcalde de Tampico, Tamaulipas, Gustavo Torres Salinas deber ser llamado a
cuentas por el Congreso. Su ejercicio de gobierno y su manejo presupuestal,
violentan el sentido común y muy probablemente la Constitución de la república
y los ordenamientos fiscales. Hace unos días, viajo a una ciudad de Estados
Unidos con todo y su Cabildo en pleno.
Informó que gastó del erario 700 mil
pesos en ese periplo oficial.
Ahí empieza el debate.
En ese asunto, se dan
contradicciones.
¿Por qué una autoridad mexicana, se
transporta al extranjero con dinero público con el objeto de realizar presuntas
actividades derivadas de su
administración?
¿Es legal, que un alcalde utilice el
gasto publico en otro país?..
¿Es benéfico para la ciudadanía de
Tampico, el turismo político de Torres Salinas?
Basta mencionar un mandato
constitucional: Un Presidente de la república, requiere de la autorización del
Congreso de la Unión para salir del país. Y más: en el pasado, un candidato
presidencial que pisara suelo extranjero estaba imposibilitado para gobernar.
¿Por qué hoy con tanta ligereza el
Congreso de Tamaulipas tolera las excentricidades de un alcalde de tan poca monta?
¿Como va a justificar
fiscalmente los gastos en el extranjero
el Ayuntamiento tampiqueño?
¿Qué hará la Contaduría Mayor de
Glosa del Congreso de Tamaulipas con esas erogaciones fuera del país?
Gustavo Torres Salinas-el Enano del
Mal, para sus detractores-tiene mucho que explicar al Poder Legislativo.
Y el Congreso, tiene mucho que
explicar a los ciudadanos tamaulipecos por los excesos del liliputense..
No hay comentarios:
Publicar un comentario