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Maestro: Luis Pazos |
Perversión significa utilizar una institución
para fines diferentes o contrarios para la que fue creada. El Poder Legislativo
fue concebido para limitar los ingresos y egresos de los gobernantes, lo que
pervierten los legisladores que incrementan los impuestos y los gastos del
gobierno con pocos resultados para los ciudadanos.
Perversión del gasto público es que a quienes lo ahorran se le acuse de
subejercicio, se le quitan esos ahorros y se los trasfieren a quienes gastan
más. Los mismos legisladores pervierten su gasto. A finales de año buscan en
qué utilizar los millones que les sobran, pues de otra forma se los tienen que
regresar a la Secretaría de Hacienda, la que no se los devuelve a quienes pagan
impuestos, sino se los da a quienes gastan de más.
Para la mayoría de los legisladores lo más importante no es limitar al
Ejecutivo, sino quedar bien con él, entregándole más recursos mediante aumentos
de impuestos y autorizándole más gasto y deuda, cuya función original es
acotarla.
En el Congreso los incrementos del gasto más fáciles de obtener son los
“sociales”, educativos o para campesinos. Gran parte de los llamados gastos
sociales se etiquetan para programas teóricamente de ayuda a los pobres, pero
realmente se utilizan para fines clientelares - electorales, que poco hacen por
los pobres, aunque mantienen contentos a potenciales votantes. El
presupuesto al campo lo manejan en su mayoría centrales campesinas o grupos
organizados, con un criterio político - electoral, que en poco o en nada ayuda
estructuralmente al desarrollo del agro.
Los gastos en educación básica lo manipulan, en gran parte, los
sindicatos, que lo pervierten. En la educación superior, los rectores de
universidades estatales se dedican a pedir más presupuesto, pero no presentan
ningún análisis serio del costo - beneficio de esos gastos ni entregan cuentas
claras de su destino. Saben que anteponer el nombre de la UNAM o de otras universidades,
les abre las puertas para más presupuesto, cuya ejercicio no se mide ni se
trasparenta.
La mayoría de los congresistas están pervertidos, no ejercen debidamente
las funciones de contrapeso al Poder Ejecutivo federal y a los estatales, sirven
de su alcahuete, dándoles cada día más recursos para que gasten con poca
efectividad y beneficio social.
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