Las causas del derrumbe panista…
José Ángel Solorio Martínez
José Ángel Solorio Martínez
Junio 07/2015
¿Qué generó el derrumbe
del PAN en Tamaulipas?..
¿Cuáles fueron los
elementos, que se conjugaron para que el PRI se reestructurara y pasara de un
famélico 2-6 en contra, a un espectacular 8-0 (Hasta las 22.16 horas del
domingo) a favor?.
¿Porqué con un
presidente de la república en su peor momento de consensos sociales –se dice
que apenas tiene el 30 por ciento- su partido en la región dio un vuelco al
escenario y pasó a ser la primera fuerza electoral en las elecciones
federales?..
¿Afecta el
proyecto de alternancia para Tamaulipas, articulado por algunos grupos de relevantes
panistas tamaulipeco?..
Conjuraron para
desmantelar la red clientelar del albiazul tamaulipeco:
1.- La elección es
intermedia. Los peores resultados electorales, el PRI los ha obtenido cuando
las elecciones federales empatan con las de Presidente de la república. Al
menos esa es la tendencia mostrada en las últimas tres elecciones –Fox,
Calderón y Josefina (Peña Nieto)- de Ejecutivo federal.
2.- La oposición
con mayor potencia –el PAN-, se desangró en contiendas internas a destiempo.
Las corrientes azules de mayor influencia en la región apostaron más por el
2016 que por el 2015. Francisco García Cabeza de Vaca, impuso a todo trance una
línea política estridente que le impidió ampliar sus alianzas tanto ciudadanas
como con afluentes de poder albiazules en el estado.
3.- Dos de los
actores de mayor relevancia panistas –los alcaldes de Nuevo Laredo y Matamoros-
impulsaron candidaturas frágiles. Carlos Cantú Rosas, mostró una impericia
monumental y Leticia Salazar exhibió una terca visión al intentar fabricar una
monarquía aldeana. Tanto el alcalde nuevolaredense, como la matamorense son los
reales perdedores de los comicios en sus respectivas ínsulas: a corto, mediano
y largo plazo. Cantú Rosas y Lety, tendrán que asumir los costos de un
ejercicio de poder que soslayó el marco jurídico.
La detención del
Secretario de Desarrollo Social nuevolaredense por la PGR, es apenas el inicio
de las tribulaciones de Cantú Rosas. Y las indagaciones que el FBI tiene en
marcha contra Luis Biasi y Lety Salazar auguran muchos dolores de cabeza para
esta parejita presidencial.
4.- El
abstencionismo. La ausencia de grandes núcleos de votantes a lo largo del
estado, facilitó el éxito de los priistas y de sus candidatos. En algunas
áreas, sólo votó un 35 por ciento; y en lugares de más sonriente participación
ciudadana, apenas rebasó el 50 por ciento. Esto generó, que la estructura tradicional
de movilización tricolor ampliara sus resultados.
5.- Candidatos
opositores cuestionados al interior de su propio partido. Esto ocurrió en
Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa, Victoria y Tampico. Apostaron más bien a la
coyuntura social que se percibía favorable y no al empuje de sus candidatos.
6.- La carga de
disensos del presidente de la república –y sobre todo de sus políticas y de sus
reformas-, al parecer no pesó en la decisión ciudadana. Muy probablemente,
porque los efectos de sus políticas aún no flagelan al electorado en un paisaje
socioeconómico cuya constante es la crisis. Y sobre todo, porque las
tribulaciones de los tamaulipecos han sido delineadas tanto por
administraciones presidenciales tanto panistas, como por priistas.
7.- La movilización
de la experimentada estructura electoral del PRI. Como pocas veces, en este
sexenio la operación del tricolor fue eficaz. En toda la entidad, el PAN sólo
mostró músculo en Nuevo Laredo y Matamoros; y con serias deficiencias. La
cobertura priista superó en un 10 a 2 –según datos manejados en corrillos del
tricolor-, la capacidad de transporte de los albiazules.
8.- El triunfo de
las campañas negras priistas, sobre las campañas negras panistas. El PAN se vio
cándido, en tanto el PRI se mostró contundente, punzante y certero en los
distritos I, II y IV.
9.- El resultado
final, da un piso al PRI como para ver con alegría y optimismo el 2016. A
contrapelo, arrincona al PAN que ya se lamía los bigotes ante el colapso del
sistema político tamaulipeco. Y no es un precandidato panista en particular el
que sale lastimado. Los tres más vigorosos, salieron vilipendiados: Cantú
Rosas,
Lety Salazar y
Cabeza de Vaca. Tardarán un buen rato, en asimilar la golpiza.
La alternancia
tamaulipeca, se alejó.
Lo mucho o lo
poco, será responsabilidad tanto de los hoy heridos actores azules…
…como de los
alegres y revitalizados priistas.
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