Al Maestro…
Feliciano Rangel Montoya
Mayo 15/2015
Desde niño la figura mas
representativa después de nuestros padres, era la del maestros, esa persona que
lloviendo, con calor, con frio, en cualquier circunstancia estaba ahí frente a
nosotros en el salón de clases.
Y pongo ese ejemplo por que
asi era antes, jamás se suspendieron las clases por estar a 5 grados; nunca se
suspendían las clases por festejos personales, y por si fuera poco, la mayoría
de los padres le daban sus respetos.
La palabra del maestro era
prácticamente ley, los educandos aceptábamos las reglas, si bien eran rígidas,
eran por nuestro bien, siempre decían asi, y mucha razón tenían.
Nuestros padres depositaban
toda la confianza para la enseñanza de sus hijos, y cuando había que corregir,
no había ningún problema, el metro, la vara de naranjo, eran la clave para
enderezar a los niños y jóvenes; y cuando este correctivo era comentado en
nuestra casa, lo mas seguro era que hubiera otro parecido.
Mi abuela aseguraba que en
con un pedazo de madera, era mas fácil aprehenderse las tablas de multiplicar,
una vez que empecé a estudiar las matemáticas, me di cuenta a que madera se
refería la abuela.
Eran otras épocas, muy
difícil era ver a los maestros en marchas y plantones, jamás faltaban a clases
y muy rara vez suspendían un día de clases por causas del clima; salvo aquellos
desastres naturales que recuerdo.
Los tiempos han cambiado,
ahora los maestros difícilmente hablan con nuestros padres, y los alumnos son
intocables por ellos, si no los derechos humanos y la ley de protección a los
niños están ahí y no ha poder
humano que cambia una resolución.
La generación a la que
pertenezco, jamás fumaba delante de sus padres y del maestro ni soñarlo, pero
ahora la ética, educación, principios morales, se han perdido y el resultado es
lo que a diario vemos en las calles.
Pero los maestros siguen ahí
firmes, con un ánimo renovado y sus principios siguen siendo los mismos, educar
y enseñar con dedicación.
De Aquello y lo demás…
Ya que andamos por el
rumbo de los maestros, mucho agradezco a mis maestros, quizá algunos ya hallan
pasado a una mejor vida, a muchos no los volví a ver desde que salí de la
primaria allá en el Ejido Benito Juárez, la escuela se llama “Leyes de Reforma”.
Recuerdo muchos nombres
como Guillermo Villa, Narda De la Garza, Antonio Verdines, Jose Luis Rocha,
Miguel Martínez, eso son de la primaria, ya en la secundaria hubo muchos a
quien mi agradecimiento es perene; como Gabriel De la Garza, Hortensia Chaverry,
Mario Bernal, y muchos mas.
De la prepa recuerdo a
Juan Medina, Ofelia Lopez, Lilian Taylor, Juan Marcos
González, por mencionar, hubo más pero ya han pasado años, la memoria falla.
Ya de la universidad mis
respetos, para Laura Rangel, Francisco Garza y Dora Zurita, de quienes aun
cuento con su amistad.
Pero antes de finalizar,
les deseo a todos los maestros un día excelente y que su labor y trabajo siga
siendo como hasta hoy lleno de bendiciones y realidades, Enhorabuena.
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