El Desliz
Gildo Garza
Sept. 20 2014
Con
tantas magnificas reformas estructurales en el
país y otros 'caldos gordos', decidimos realizar un análisis en los costos que
habrían de soportar los contribuyentes -calidad que no tienen todos los
votantes del país- por la nueva conformación de nuestros órganos electorales,
en específico por la transformación del Instituto Federal Electoral (IFE) al
Instituto Nacional Electoral (INE).
Ahora ya sin el IETAM, el INE podrá intervenir -bajo ciertas
modalidades- en procesos electorales locales, con la única finalidad de
disminuir la influencia del poder político regional y aumentar, en
consecuencia, la hegemonía del centro del país (sede de la partidocracia
nacional) sobre las entidades federativas.
Aquí solo hay una verdad… Las autoridades electorales se
empeñan en faltarle al respeto al público votante a la menor provocación. E
insisto, vernos la cara de pendejos...
Tal es el caso de una entrevista radiofónica con Joaquín López Doriga, reciente a Ciro Murayama, consejero nacional del INE, mientras explicaba las bondades del presupuesto proyectado para dicho instituto para el 2015.
El INE ha solicitado un presupuesto para el año entrante -en
el cual ocurrirán las llamadas elecciones intermedias y que habrán de renovar a
la Cámara de Diputados del Congreso federal- hasta por un monto de 18,572
millones de pesos.
Si comparamos este presupuesto con el del 2009, último año
con elecciones intermedias, y que fue de 12,812 millones de pesos, el costo de
las elecciones del año entrante será 20% más caro en términos reales que las
del 2009.
Para justificar por qué el INE requiere de 3,366 millones de
pesos más, el consejero Murayama nos menciona que su Consejo General consideró
que gastar el dinero en rentas para oficinas es un dispendio y que lo más
eficiente es comprar edificios, aderezando su comentario con el típico
señalamiento con tufo estatista, en el sentido de que las rentas que al día de
hoy paga el INE se convierten en “dinero para los particulares”.
Como si los que vendieran edificios, realizaran concursos
internos para sacar obras y amigos de gobernantes no lo fueran.
Como consejero que es, el señor Murayama está asesorando a
miles de arrendatarios de casas y oficinas para no dilapidar su dinero en pago
de caras y periódicas mensualidades, pues lo mejor es comprar los inmuebles.
Sobra decir que en el caso del INE se hará con el dinero de
esos repudiables particulares llamados contribuyentes.
Además en ese mismo tenor, nos recuerda Don Ciro Gómez
Leyva, que, debido al cambio del nombre del IFE al INE, hay que cambiar
las credenciales de elector de millones de ciudadanos. Una N por una F costará
20,000 millones de pesos, pero será un gasto paulatino.
Menos mal.
En un razonamiento que sólo le había escuchado al líder del
Partido del Frente Humanista, Murayama apoyó que fueran los contribuyentes
quienes financien a los partidos, para evitar que sean los narcotraficantes
quienes paguen las campañas electorales.
Resulta increíble la inocencia del consejero de creer que
sólo los contribuyentes, y no el resto de los factores reales de poder, sean a
los que los partidos les pasan charola.
Finalmente, no entendí cómo llega a determinar que el voto cuesta 11 centavos por elector.
Y si realizamos una división con el presupuesto entre el
padrón electoral que son 85 millones de electores, el costo por voto es de 218
pesos…
A chambear.
@gildogarza
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