domingo, 4 de mayo de 2014

“Hoy: Date permiso de…”

Polvorín
José Ángel Solorio Martínez
          El libro “Hoy: Date permiso de…” que hoy nos ofrece el doctor Ramón Durón Ruiz, es un elogio a las virtudes humanas. La generosidad, la solidaridad, la honestidad, la humildad, la amistad y la fe para sostenerlas. Es también, una grandiosa lección porque explica con ejemplos fehacientes cómo enfrentar los retos de la vida y cómo construir la felicidad.
           El Doctor Durón es por ello un humanista. Es decir: centra la explicación del mundo en las bondades del hombre y confía en ellas para el perfeccionamiento de las sociedades. Por eso cree en la virtud como conducta suprema del hombre y se esfuerza en difundirlo.
           Durón no es de los que cree, que el hombre es el lobo del hombre. Confía en la confraternidad social y el equilibrio que generan los hombres de fe.
           Hoy: date permiso de… es la firme idea de que no todo está perdido en esta tierra que nos vio nacer. Ramón apuesta, a que el perdón, el abrazo, el optimismo el amor y el humor son elementos de salvación y de sanación para cualquiera. 
           Y tiene razón: en el rencor, en el pesimismo, en el desamor y en la amargura, existe muy poco espacio para la vida y escaso margen para la felicidad.
Como buena parte de la obra del doctor Durón el humor está irremediablemente presente en Hoy: date permiso de… 
           El Filósofo de Güemes, es un texto que signa y signará toda la producción bibliográfica de Ramón. Es ya, su ADN literario. 
           Sin humor no hay amor, ha dicho el Filósofo.
           Y como siempre, atina en sus planteamientos. Sin risa, sin sonrisa, no hay amor que valga. Porque la risa y la sonrisa –que son la felicidad más objetiva, más visible- son el preludio del amor a la vida y el inicio del amor al semejante.
           La obra que hoy nos ofrece el doctor Durón, es una lectura refrescante en el escenario oscuro y convulso que vivimos.
           Escribir sobre las virtudes del hombre es construir un optimismo necesario; leer, sobre esas mismas probidades es construir la esperanza y la fe que necesitamos.
           Me sumo a lo que dice la crítica Helena Ruis: 
          “La mejor presentación de un libro, es sin duda, su lectura”.
           Felicidades a mi amigo Ramón Durón.
           Muchas gracias a todos.
           30 de abril del 2014. Ciudad Victoria, Tamaulipas.

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