C. Manuel Mora Ugalde, director de Protección Civil del Gobierno del Estado.
(de Por Esto! por Verónica Martínez)
En apenas 33 de los 106 días que comprende la temporada de incendios de este año, en Yucatán se han registrado 570 siniestros con una afectación de 3 mil 500 hectáreas, contra los 750 incendios que acabaron con 4 mil 500 hectáreas el año pasado.
Si continúa esta tendencia, se rebasará con creces tanto el número de incendios como la superficie afectada.
Manuel Mora Ugalde, director de Protección Civil del Gobierno del Estado, explicó en entrevista con POR ESTO! que el incremento en el número de incendios y de tierras afectadas se debe principalmente al incumplimiento de la ley que prohíbe las quemas agrícolas en esta época, a la superficie dañada con la helada pasada y a las colillas de cigarro que arrojan los fumadores.
"El escenario este año es difícil; lo sabíamos desde finales del año pasado; se esperan severas temperaturas y si a eso se suma la vegetación que se quemó con las heladas, significa que hay 1 millón de hectáreas susceptibles de incendio", afirmó Mora Ugalde.
Adelantó que para esta semana se prevé un escenario complicado porque las temperaturas estimadas alcanzarán los 42 grados.
Luis Cortazar, coordinador de información operativa de la Unidad Estatal de Protección Civil, previó que en los próximos días no habrá lluvias y que los vientos sean variables, lo cual complica el combate de incendios y propicia la propagación de manera irregular.
"Se espera que en los próximos días continúe la incidencia de alta presión atmosférica sobre la Península de Yucatán, situación que ocasionará ascenso en las temperaturas, incluso podría alcanzar registros de hasta 42 grados", estimó.
Agregó que aunque el frente frío número 41 se desplaza hacia el sur del Golfo de México no se espera que afecte la región, lo que significa que no habría una baja en las temperaturas.
Hasta el sábado pasado, Protección Civil tenía detectados siete incendios activos que ya estaban siendo controlados en Conkal, Chicxulub Pueblo; Yaxché; Chalmuch; Dzibilchaltún, Tixkokob y Ruinas de Aké, pero durante esta semana es muy probable que el número aumente.
"No puedo decir cuántos incendios más habrá, pero es muy probable que aumenten por las altas temperaturas que se prevén y por las quemas agrícolas clandestinas; a pesar de que están prohibidas, se realizan por la falta de vigilancia de los municipios", comentó Mora Ugalde, director de Protección Civil.
El 80 por ciento de los incendios que se registran en el Estado se debe a las quemas agrícolas que realizan los productores, aunque el marco legal las prohíbe durante el mes de abril.
Otro 5 por ciento lo ocasionan las colillas de cigarros que arrojan los fumadores; un 5 por ciento más por la limpieza de vía en la época vacacional; otro 5 por ciento por los cazadores; 2 por ciento por la quema de basura y el resto por otras razones, como la quema de la industria de la construcción.
"Es un problema de cultura y educación que hay que trabajarlo; nos hace falta trabajar en la concientización de las consecuencias de los incendios, no se dimensionan", dijo.
Hay que medir consecuencias
El alza de precios en alimentos; la degradación de la tierra; las sequías prolongadas; las lluvias abundantes, menor productividad agropecuaria y problemas en la salud serán las consecuencias que enfrentará la población de Yucatán en los próximos 5 años por los incendios.
"Cuando la tierra se quema pierde propiedades, se va degradando y estas quemas fomentan el calentamiento global; las estimaciones son que se registren mayores temperaturas y escasez de agua.
"El uso irresponsable de suelo derivará en una escasez de alimentos y afectación en el ingreso del productor porque los rendimientos serán menores", estimó.
Agregó que para los ciudadanos representará alimentos caros y problemas de salud en la piel por las altas temperaturas y aunque las consecuencias se prevén para los próximos 50 años, será en los siguientes 5 años que se verán los primeros efectos.
Para Protección Civil, el principal problema radica en la tradición de los productores agropecuarios.
Por costumbre, los productores hacen quemas en sus tierras para preparar las siembras.
La ley les permite hacer estas quemas, siempre que tengan el permiso del municipio y se verifique que cumplen con los requisitos que son: delimitar la zona de quema con guarda rayas de 5 centímetros para evitar la propagación; que tengan aspersores, tambor de agua, vigilancia y que concentren la maleza en un solo lugar.
Las quemas quedan prohibidas durante abril para evitar las propagaciones y el marco legal le da facultades a los gobiernos municipales para que establezcan sanciones administrativas y económicas para quien no cumpla; por ejemplo, hay Ayuntamientos que obligan a que el que generó el incendio pague con cosechas las mermas ocasionadas a sus vecinos.
Sin embargo, los gobiernos municipales no están realizando la vigilancia adecuada y se realizan quemas clandestinas, no sólo de los productores agropecuarios, sino de otros actores, como la industria de la construcción.
"Estamos viendo que no hay vigilancia de los municipios y que se están dando quemas clandestinas; es necesario el trabajo de todos", comentó.
Durante un sobrevuelo que realizó POR ESTO! con Protección Civil se observó un nuevo incendio en Conkal.
Uno más en la zona de Pixyab, donde presuntamente fue ocasionado por una empresa que fabrica materiales para la construcción y que no había sido verificado por el municipio.
Otro incendio que se observó fue provocado por la Comisión Federal de Electricidad, que estaba limpiando las torres de cables, y uno más fue por quema de basura.
"Por economía la gente no paga por la recolección de basura y prefiere quemarla, pero lo hacen sin analizar el riesgo; en esta temporada tuvimos la muerte de un señor en Izamal que al momento de prenderle fuego a la basura, el viento cambió de rumbo y se quemó", relató.
El órgano realiza hasta dos sobre vuelos al día para detectar incendios y controlarlos con el apoyo terrestre.
En el recorrido se evidenció la fuerte sequía que azota a la región y los pocos espacios con siembras agrícolas y sistemas de riego.
Controlan fuego
Protección Civil cuenta este año con 500 voluntarios agrupados en 47 brigadas para hacer frente a los incendios; el año pasado fueron 38 brigadas, cada uno de sus integrantes recibe un apoyo de mil pesos a la catorcena y el equipo para poder controlar el fuego que reportan los ciudadanos o que detecta el organismo.
"Nuestra estrategia de prevención es con una campaña de carteles, volantes, trípticos, spots de radio, televisión, espectaculares y publicaciones en medios masivos para que se reporten incendios, se eviten las quemas, las colillas y mucha precaución con cerillos, fuegos pirotécnicos", dijo.
Además cuentan con 4 camionetas tipo pick up que son para dar la primera respuesta y diagnosticar el problema para desarrollar una estrategia de control.
Tienen 25 aspersores, 4 bombas más palas, rastrillos, machetes, entre otros.
"Lo primero que hacemos es acudir al incendio a dar una primera respuesta, analizar y desarrollar una estrategia, se usa agua para controlar y se raspa la tierra para hacer una canal en el que se pone líquido retardante que le roba oxígeno al fuego.
"Si el fuego persiste, se aplica el agua con aspersores y si continúa, se recurre a las bombas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y si continúa se recurre al helicóptero con balde de agua conocido como "Bambi" que es una nave Modelo Bel 412 con una canastilla que toma agua de algún lado y lo descarga en el incendio para que el apoyo terrestre siga trabajando", destacó.
Recordó que desde el 2009 esta nave no se utiliza, pero si el escenario se complicara aún más, entra en operación la maquinaria para brechar en cierta cantidad de kilómetros y controlar las llamas.
Protección Civil cuenta este año con un presupuesto de 6 millones de pesos para hacer frente a los eventos masivos y los efectos del clima, como incendios y huracanes.
En materia de incendios trabaja en conjunto con los Bomberos, Conafor, Obras Públicas, Ayuntamientos, Sagarpa, SCT, Semarnat, Ejército, Marina y se reúnen cada semana para realizar las estrategias.
La semana pasada fallecieron dos brigadistas en operación: Eutimio Aguayo Zapata y Carlos Javier Aguayo Yamá, así como el bombero Florencio Hu Pech; les rindieron un homenaje y las familias serán apoyadas por el Gobierno del Estado, a través del programa Ayudar.
"Estamos expuestos a accidentes y la ciudadanía debe tomar en cuenta el esfuerzo y tratar de aminorar los incendios", dijo el funcionario.
Los incendios se pueden reportar en el número telefónico 066 o al 01800 71 98 633 y 01800 46 23 6346.
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