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Oscar Diaz Salazar |
Egidio
- Cabeza, la sucesión de terciopelo.
El mismo día de junio del 2016, los
electores de Veracruz, Chihuahua y Tamaulipas decidieron sacar a los priistas
de los gobiernos estatales. En las tres entidades señaladas, los ciudadanos
optaron por los candidatos del Partido Acción Nacional, como alternativa a una
opción política que ya no les resultaba satisfactoria a las mayorías.
Desde la campaña, el ahora gobernador
de Veracruz señaló que los priistas: el entonces gobernador en funciones
(Duarte) y el candidato al que se enfrentaba, eran corruptos.
Lo mismo ocurrió en Chihuahua, en
donde el candidato panista es más mesurado, más tranquilo, y sin la estridencia
de Yunes. Allá en el estado más grande del país, el ahora gobernador Corral,
con suficiente energía y claridad, también señaló al gobernador Duarte de
corrupción.
En Tamaulipas ha
sido otra la historia. En nuestro estado el candidato panista Cabeza de Vaca
fue muy cuidadoso para no criticar al gobernador en funciones. Analizado a
posteriori, resulta que el discurso incendiario fue pura llamarada de petate,
la fórmula de recitar vaguedades y metáforas, tenía su justificación en los
manuales de marketing (especialidad de Cabeza de Vaca), pero también eran
útiles porque evitaban los señalamientos directos y los compromisos puntuales.
Cabeza de Vaca expresó fuertes
críticas contra el gobernador anterior, pero anterior dos períodos, se fue
contra Tomás Yarrington, dirigió la crítica contra un individuo que ya tenía 12
años fuera del Estado. En contraste, nunca se atrevió a criticar a Egidio
Torre. No lo hizo en campaña, no lo hizo cuando fue senador, no lo hizo como
gobernador electo y no lo ha hecho en los 7 meses que lleva como gobernador.
Es obvio que Egidio y Cabeza
establecieron un pacto que le concede impunidad al ex gobernador. La ingenuidad
del ex director de becas, que creyó que eso de los "vientos de
cambio" y de que "el que la hace la paga", era en serio y se
atrevió a difundir los excesos que encontró en el Instituto de Becas y Créditos
Educativos, esa ingenuidad le costó la chamba, su acto de honestidad y su
actitud valiente, transparente y justiciera, le sirvió para que lo corrieran
del trabajo.
Con la intuición de que era de
mentiritas el combate a los actos de corrupción, y que no se actuaría contra
los que se fueron -bueno, muchos no se han ido- los nuevos funcionarios optaron
por consultar lo que harían ante los actos de corrupción que encontraron. El
polvo se acumuló sobre los expedientes de las obras inconclusas, mal hechas,
sobre las compras infladas, sobre los créditos que jamás se recuperaron, sobre
las listas de los "aviadores", de los contratos de servicios
simulados, jamás realizados.
No fueron autoridades de la
federación, ni las del poder judicial de Veracruz y Chihuahua, las que
iniciaron la investigación que llevaron a la detención de un Duarte y la huida
del otro Duarte de Chihuahua. Fueron los actuales gobernadores, Yunes y Corral,
los que hicieron las denuncias correspondientes y en un acto de congruencia con
lo que dijeron en campaña, procedieron a fiscalizar realmente lo que
encontraron en el gobierno, informar a sus gobernados y proceder legalmente.
Hay elementos para aceptar la versión
de que el candidato del PRI a gobernador fue traicionado por Egidio Torre,
misma que he leído en los textos de varios columnistas del estado. Desde otra
óptica, esa misma traición nos indica que pudo existir el apoyo de Egidio Torre
a Cabeza de Vaca.
Lo cierto es que Cabeza de Vaca no
actúa contra Egidio Torre, que el ex gobernador entra y sale de Tamaulipas sin
ninguna restricción, que no hay denuncias contra Torre, que el priista que
pusieron en la Contraloría (Mario El Sordiado Landeros) no ha podido documentar
ni la sustracción indebida de un clip.
La impunidad que le permite a Egidio
absoluta libertad para ir y venir, disfrutar de su cuantiosa fortuna e incluso
influir en la vida política de Tamaulipas, nos dice que existen pactos no
escritos, pacto de bandidos, complicidades, favores mutuos, compromisos
establecidos y hasta hoy respetados
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