Los
primeros cancones…
José
Ángel Solorio Martínez
Oct.
02/2016
La curva de
aprendizaje, no es tan larga y ancha como se cree. La administración cabecista,
sólo tiene un año y cuatro meses para mostrar que sabe gobernar y sabe manejar
los hilos de la política. Si se va a sentar y a cobrar pensando que la fortuna
le regaló seis años para conocer los arcanos de los asuntos del poder y el
liderazgo, van a sufrir mucho.
Y van a hacer
sufrir, a quienes confiaron en ellos.
¿Por qué un años y
medio para mostrar talento?..
Por una razón
fundamental: en ese tiempo arranca el remolino llamado 2018. Este año, será el
primer examen; la primera evaluación de los tamaulipecos, para la
administración que presume llegar con vientos de cambio.
Año y medio, es una
franja que se percibe pequeña ante los retos que enfrentará una administración
con buena voluntad pero con escasa capacidad resolutiva. Los hechos con que los
poderes fácticos recibieron a la alcaldesa reynosense Maky Ortíz –hasta hoy, es
un infierno que no se apaga en las calles de la ciudad- y al mismo gobernador,
son apenas el inicio de lo que el gobierno municipal y estatal enfrentarán a lo
largo de sus administraciones.
(Puedo imaginar a
la doctora Ortíz tronándose los dedos y sollozando frente a su marido,
pidiéndole qué hacer ante la toma de las calles por la incontrolable violencia.
Al mismo tiempo, los miembros del Cabildo, regidores y síndicos, ponderando
apenas al averno al cual el voto los llevó).
El 2018, ya está
aquí.
Ya antes de que se
sentará en la silla el actual gobernador, los ciudadanos ya estaban echando
cuantas para cruzar el nombre y el partido del candidato a la presidencia de la
república de sus preferencias. Muchos, si bien todavía no saben por quién
votar, sí han decidido por quién no votar.
Esa tendencia, se
reforzará por las formas de gobierno que genere la nueva administración estatal
y las recién estrenadas municipales.
Es decir: en un año
y medio, los ciudadanos condicionarán su forma de sufragar en función de los
gobiernos que perciban.
Dos de los ejes
centrales del nuevo gobierno estatal, es el combate a la inseguridad y el
combate a la corrupción. Una y otra oferta se ven muy difíciles de cumplir. La
toma de Reynosa hace unas horas por parte de los Lores fronterizos, hace
suponer que los resultados en ese compromiso gubernamental –si los hay- serán
de largo plazo, de muy largo plazo.
Ante las
circunstancias, se puede inferir que el gobierno cabecista ofrecerá resultados
parciales, muy parciales, de su lucha por restablecer la seguridad pública para
cuando inicie la campaña presidencial del 2018.
Y la liquidación de
la impunidad, es otra oferta que su cumplimiento exige una ruptura total con el
sistema político tamaulipeco del cual forma parte el panismo.
En otras palabras:
muchos ciudadanos que hicieron posible el triunfo de la alternancia, lo
hicieron desde el PRI. Y hoy el PRI, está en otro escenario: ya no le conviene
seguir destapando cloacas que ensucien el camino de sus candidatos en el 2018.
Más claro: a Osorio
Chong –principal operador para el triunfo de los vientos de cambio-, es quien
menos le interesa que peces gordos del priismo sean llevados al cadalso.
Es probable que
veamos chivos expiatorios de bajo perfil, pero será complicado que la pus
llegue al cuello blanco de algunos ex Secretarios.
(Basta ver los
rayones que dejó el Bronco Rodríguez en Nuevo León, para construir analogías
locales. Sólo falta que le pida perdón a su antecesor).
¿Dónde está el
flamante Procurador?...
¿Dónde anda el
Secretario de Seguridad Pública?..
¿Y el Jefe de la
Policía Ministerial?..
Lo de Reynosa, son
apenas los primeros cancones.
Es el noviciado que
hay que pagar…
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