Vientos de Cambio
José Angel Solorio
Martínez
La campaña de Francisco García Cabeza de Vaca, inició con ímpetus
incontenibles. Se podría decir, que hasta entró triunfante. Su excelente
campaña de marketing, su identidad gráfica y su idea central de la alternancia,
penetraron sorprendentemente en la mentalidad de los ciudadanos tamaulipecos.
¿Quién podría oponerse a la propuesta de la alternancia en un estado
gobernado por la violencia y con una historia de corruptelas oficiales a la
vista de todos?..
Algo pasó.
Algo frenó el impulso que parecía definitivo para convertir al candidato
azul en imbatible.
¿Qué ocurrió?..
Hubo cuatro puntos de inflexión que pusieron en la curva descendente la
ruta de Cabeza de Vaca:
1.- La publicación de material gráfico –en su sitio y en medios
nacionales- que exhibe la alianza del panista con los poderes fácticos más
cuestionables de Hidalgo, Tamaulipas. Tanta consecuencia perniciosa acarreó ese
acontecimiento, que hoy la clase política nacional panista visualiza como un
fardo la candidatura del ex alcalde reynosense.
(Ricardo Anaya, está sufriendo un desgaste político cotidiano y la
precandidata presidencial Margarita Zavala ya sugirió a Maky Ortiz desmarcarse
del candidato panista si quiere salir limpia de la lucha por la alcaldía
reynosense y estar en disposición de sumarse sin lastimaduras a la contienda
presidencial que viene. Ello fue reforzado por el audio que hizo circular Adela
Micha en el cual el reynosense pide abiertamente 2 millones 200 mil pesos como
canonjía a programas federales de apoyo al campo).
Otro elemento:
¿A qué grupo de presión o de interés nacional –incluyendo los medios de
comunicación- le puede interesar hacer convenios –políticos o económicos- con
un actor regional vinculado -tan documentadamente- a los grupos antisociales
regionales?
2.- La denuncia del dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
La mangana del sonorense fue impecable: reviró y puso contra la pared al
panismo y a sus aliados en la franja del temor electoral de Tamaulipas:
Mainero, Villagrán e Hidalgo. El control de daños de los asesores de Cabeza de
Vaca no ha sido del todo eficaz.
Las corrientes de opinión –que al inicio de la campaña favorecían al
panista- se movieron para describir las formas de hacer política de algunos
grupos antisociales que apoyan a todo trance a Cabeza de Vaca.
Ese error estratégico del candidato priista y de sus consejeros, generó
una crisis interna en los órganos de dirección nacionales del PAN. A tal grado
está dañando al senador con licencia su equivoco de aceptar la abierta y
pública alianza con los señores de Hidalgo, que se empiezan a escuchar sobre su
candidatura una frase terrorífica y paradójica para él y sus correligionarios:
vientos de cambio.
3.- La vista de la Federación en la franja del miedo. Hace unos días,
una refriega en el municipio de Hidalgo, puso en la lupa de la nación el
fenómeno de la violencia en ese lugar y la periferia. Machacante estuvo la
prensa vinculando al candidato panista con los Lores de la región.
Cabeza de Vaca y sus aliados, pasaron de una posición ofensiva y fuerte,
a una posición defensiva y frágil.
4.- El robo –no se puede llamar de otra forma- de miles de ejemplares de
periódicos Hora Cero en el sur de Tamaulipas, perpetrado por los seguidores del
candidato panista. Alegan que en esa publicación “denostan” a su candidato. En
conferencia de prensa, muestran los ejemplares hurtados como “prueba” del
delito en que incurren los editores.
Los ingenuos panistas, hicieron publicar fotos de ellos y los periódicos
producto de la rapacería.
Cabeza de Vaca, no se ha deslindado de ese flagrante delito.
Eso cuatro acontecimientos, están pudriendo la posibilidad de la
alternancia en Tamaulipas.
Ilustra con nitidez, lo espetado por la alcaldesa matamorense Leticia
Salazar al salir de la reunión del panismo nacional para evaluar la situación
de Tamaulipas y la caída del posicionamiento de Cabeza de Vaca:
-¡Se los dije!-
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