Lo
único serio en este país…
José
Ángel Solorio Martínez
Abril
18/2016
Muchas de las campañas de los
candidatos a gobernador, alcaldes y diputados, se han degradado con la
incorporación de personajes del más vulgar showbissnes. Se han pervertido, no
porque esos sujetos del espectáculo sumen elementos cuestionantes a las
contiendas. Más bien, es porque los
candidatos han decidido utilizar esos recursos como herramientas fundamentales
de su promoción y no como instrumentos de mera animación.
En otras palabras: múltiples
candidatos traen como única propuesta programática la voz de personajes del más
sórdido y grotesco mundo de la farándula.
El Partido de la Revolución
Democrática, (PRD) fue más allá: sacó de la pantalla chica a una chica –Shira-
que con sus cinco días de fama ofrecida por un abominable programa televisivo,
para postularla a la presidencia municipal de Ciudad Victoria.
¿Aportará algo a la democracia este
tipo de engendros electorales?..
¿Entregará un ejemplar legado para los
ciudadanos que realmente aspiran a perfeccionar los sistemas políticos y sus instituciones?..
¿Formarán positiva y cívicamente, a
aquellos jóvenes que van a estrenar su credencial para votar este 5 de junio?..
Otro caso –casi clínico-, es el de
Eduardo Gattás, candidato del PRI por un distrito de la capital del estado.
Contrató a un personaje –supongo que es su trabajo, y si se le contrata
despliega sus servicios, lo que es totalmente legítimo y válido- que con un
discurso un tanto ramplón y agresivo –sobre todo porque se da en un entorno de
discusión política y de participación electoral para llegar al Congreso del
estado- llama a apoyar al candidato tricolor.
(Ya el colega Oscar Jiménez –El Francotirador-, ha hecho una formidable crónica de ese acontecimiento).
(Ya el colega Oscar Jiménez –El Francotirador-, ha hecho una formidable crónica de ese acontecimiento).
Por asuntos de percepción política –y
no de santurrona moral-, seguramente el ciudadano recordará por mucho tiempo
esa forma de hacer campaña de Gattás. A contrapelo, la oferta del priista
pasará a un segundo o tercer plano. Al aspirante a diputado victorense,
seguramente le son indiferentes los perniciosos pájaros de mal agüero que ha
desatado al romper la caja de calamidades.
A quienes seguramente no les cae en
gracia son a Baltazar Hinojosa Ochoa –candidato a gobernador tricolor- y a
Oscar Almaraz Smer –aspirante a alcalde de Ciudad Victoria- porque la
frivolización del trabajo político en nada abona al esfuerzo que despliegan
para obtener triunfos inobjetables.
El candidato del PAN a la alcaldía
capitalina, Arturo Soto, también ha caído en la debilidad de recurrir a
personalidades del showbissnes para ganar adeptos. De igual forma que Gattás,
el panista contrató a dos contadores de chistes para sumar voluntades.
Metido de candidato con calzador,
Soto, no atina a dar orientación a su campaña. Sin el panismo tradicional que
lo arrope –se replegó porque llegó con el aval absoluto del CEN azul, dejando
con un palmo de narices a militantes victorenses con mayores méritos-, navega
en el proceloso mar de la política victorense como dice la canción “sin timón,
y sin amarras”.
Los candidatos independientes, no se
quedan atrás en el trabajo de demoler contiendas electorales aceptables. En
Nuevo Laredo, Ramón Darío Cantú Deándar, recorre la ciudad pidiendo el voto a
los ciudadanos en una cuatrimoto acompañado de tres luchadores enmascarados.
¿Qué propone el muchacho?..
Nadie lo sabe.
Desde hace tiempo, el escepticismo popular
acuñó una sentencia:
-Lo único serio en el país, es la
lucha libre…
Quedó atrás.
Se está configurando otro apotegma
ciudadano, más acorde:
“Lo único serio en este país, son las
campañas electorales…”
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