Polvorín
José Angel Solorio Martínez
Septiembre 23/ 2014
Llegó como a las 5:30 de la tarde, iba acompañado
por media docena de escoltas y su chofer.
Se apersonó muy propio, en el colapsado
puente de la Colonia Moderna.
Le habían informado que los colonos de ese sector, pedían airadamente hacer uso de los escombros del puente para pasar al bulevar y tomar las peseras para ir a la escuela y al jale.
Le habían informado que los colonos de ese sector, pedían airadamente hacer uso de los escombros del puente para pasar al bulevar y tomar las peseras para ir a la escuela y al jale.
Pensó que la visita era de rutina.
Saludos, intercambio de abrazos, fotos y feliz regreso a la oficina del 17.
Mala suerte. Muy mala suerte.
El alcalde Alejandro Etienne Llano,
encontró un grupo hostil.
Más de treinta hombres y mujeres
enardecidos –acompañados por algunos niños- lo encararon y lo insultaron.
Sí. Como nunca, el pueblo había ultrajado
a un gobernante en los últimos tiempos.
Le dijeron: “! Chingas a tu
madre!..” “! Si no puedes renuncia, cabrón!..” “! Alcalde, no vales madre!” “!
Eres un pendejo!”
Palideció Etienne. Los guardianes del
orden se interpusieron entre los agravios y el alcalde. Las mentadas, al
parecer también duelen –decía la Doña-.
Etienne, con el rostro descompuesto,
enrojecido como si los escarnios hubieran sido guijarros, se marchó del lugar.
(Etienne y su administración quieren que los habitantes de ese populoso sector
caminen casi un kilómetro sobre una brecha accidentada e insegura para tomar el
transporte, o en todo caso gastar en dos peseras para llegar a sus centros de
trabajo o de estudio.
La gente, reclama el uso del puente
porque de esa forma sólo caminan unos 30 metros y no gastan de más en
transporte. Por eso en parte, el enfado.
No hay
registros, de un trato de esa naturaleza contra un alcalde en Tamaulipas.
Orgullo para Etienne: es el primer
gobernante municipal, en la Historia en ser vejado y humillado por la
comunidad…
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