Polvorín
José Ángel Solorio Martínez
El Sur de Tamaulipas, está
políticamente desquiciado. Las cuentas irresueltas del gobernador de
Tamaulipas, Egido Torre Cantú con los factores de poder sudistas, tienen contra
la pared al PRI y a sus potenciales candidatos en los distritos de Tampico y
Altamira. En el vértigo del poder el Ejecutivo estatal, prometió públicamente
premiar a tres alcaldes del ex sólido sur:
Magdalena Peraza Guerra, Jaime Turrubiates y a Pedro Carrillo. Ex alcaldes de
Tampico, Madero y Altamira, respectivamente.
A seis
meses del compromiso, Egidio no ha cumplido.
A Peraza Guerra, se le ofreció la Subsecretaría de Educación Básica en la Secretaría de Educación.
A Peraza Guerra, se le ofreció la Subsecretaría de Educación Básica en la Secretaría de Educación.
A
Turrubiates, se le dijo que sería el segundo de Mónica González en la
Secretaría de Fomento Económico.
A
Carrillo, se le comunicó que se sumaría a la Secretaría de Obras Públicas al
lado del Secretario panista Manolo Rodríguez.
A seis
meses de la oferta, los ex ediles no han recibido ni siquiera una explicación.
Magdalena
cobraría su definitorio rol en el triunfo del PRI y del hoy alcalde de Tampico,
Gustavo Torres; Jaime igual: por su operación para derrotar al PAN en Madero y
a Carrillo su trabajo en la estructura que hizo de Altamira el triunfo más
inobjetable del tricolor en las alcaldías tamaulipecas.
La
parálisis del Torre Cantú, mantiene en tensa espera a aquellos actores
políticos.
Colaboradores
cercanos a los tres ex alcaldes, comentan que ven cerca una ruptura con el PRI
y con el gobernador por su desinterés en el cumplimento de acuerdos.
Como se
ve: el demoledor del PRI, continúa con su pertinaz tarea…
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