domingo, 23 de febrero de 2014

Cuñado de toxicidad extrema

El Fogón
José Ángel Solorio Martínez
            José Manuel Basave Benítez, será uno de los elementos más letales para la administración del gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú. Ya de inicio, con su comercializadora Regiomontana mostró su habilidosa capacidad de prestidigitación con los dineros públicos en los albores de este gobierno. Centenares de millones de pesos, fueron a parar a sus cuentas por ese conducto –nepótico a todas luces: contrajo nupcias con una hermana del Ejecutivo Estatal- de cuestionable legalidad y honorabilidad.
           Esa actitud del regio, es nada en comparación con lo que hoy realiza.
           Con un gesto de cinismo que bien pudiera confundirse con la insensatez, Basave Benítez con todo el apoyo de su familia política se ha apropiado del equipo de futbol Correcaminos. Nada de esta acción fuera censurable o criticable, si esa escuadra de soccer tuviera orígenes privados; es decir: si manos y recursos de la iniciativa privada fueran el motor fundamental que la moviera. El asunto es que la emblemática oncena, ha sido sostenida, promovida y patrocinada por el dinero público.
           Sí.
           El Correcaminos, se lubrica con pesos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y buena parte con soportes financieros del gobierno del estado. (Hay que recordar la última remodelación hecha por un constructor amigo de Basave Benítez de casi 30 millones de pesos, que consistió en pintar de naranja el estadio Marte R. Gómez y reemplazar alrededor de la mole el pasto natural por un grotesco pasto sintético).
           Y que decir de aquel impulso a la infraestructura del Corre que manirrotamente hizo el entonces gobernador Américo Villarreal Guerra. Más de 20 millones de pesos de aquella épica, se dirigieron a ampliar el estadio porque la Federación Mexicana de Futbol, tenía la exigencia de sólo permitir futbol profesional en plazas con estadios de aforos de más de 15 mil -¿25?- espectadores.
           Es decir: la infraestructura del Corre, es y ha sido, propiedad pública.
           Mucho, ha costado a los tamaulipecos el equipo y el estadio.
           (Y no se diga los contratos de los jugadores y Directores Técnicos).
           Basave Benítez se ha convertido en Tamaulipas en uno de los poderes fácticos más consistentes por la autoridad que su cuñado le ha conferido. Se adueñó absolutamente del Correcaminos; desaparece todo ingreso, en todo rubro de la actividad de la oncena; no informa a nadie de los índices de rentabilidad de la empresa a su cargo; remueve y contrata DTs para el Corre, cuando a su experto juicio se le ocurre.
           Todo un magnate del futbol.
           ¿Afectan, esos acontecimientos al gobernador?..
           Por el momento no. Basave Benítez se mueve con discreción. Intenta actuar con un bajo perfil que lo mantenga lejos de las miradas suspicaces, y tiene la protección del área de Prensa de su consanguíneo político.
           La toxicidad del cuñado, irá expandiéndose en el futuro inmediato.
           Los ojos de la Federación y sus instrumentos de vigilancia ya están sobre el ejercicio de José Manuel. Al parecer, se están detectando serias deficiencias en el área de las obligaciones fiscales. O sea: la crisis del Correcaminos no se circunscribe a lo deficiente que son la mayoría de los jugadores, ni mucho menos a lo menor que son los DTs; la patología del equipo, también se expresa por lo ramplón de sus directivos.
           Basave Benítez, como se ve, no es un hombre de Primera División.
           Y los augurios, son de que nunca lo será.
           Eso, no le interesa a José Manuel. Ser buen directivo, o que el Corre opere o no en la División grande son metas que le tienen sin cuidado. A él, le interesa el papel moneda. Y nada más.
           Esa compulsión, lo ha llevado a sumar a toda su familia nuevoleonesa al negocio del gobierno de Tamaulipas. El fisco también tiene bajo la lupa, un millonario negocio de asesoría jurídica, parlamentaria y de escenarios políticos que encabeza un sobrino suyo con sede en Monterrey, Nuevo León. Con apenas 25 años de edad, los familiares de Basave Benítez facturan desproporcionadamente por servicios que no realizan.
           El cuarto año de todo gobernador, es de consolidación.
           En Tamaulipas, la segunda mitad del sexenio está a punto de terminar anémica por la toxicidad extrema del más letal de los cuñados del gobernador…


No hay comentarios: