El Fogón
José Ángel Solorio
Martínez
La crisis del Ayuntamiento tamaulipeco,
encapsuló la potencia política de la mayoría de los 43 alcaldes. La gigantesca
deuda pública que arrastran, la cesión de ciertas franjas de autoridad a los
poderes fácticos y sobre todo la incapacidad para ser interlocutor de los
diferentes grupos sociales asentados en esas microrregiones ante otras
instancias de gobierno, han debilitado el poder municipal. Y por consecuencia:
se han achicado las capacidades de liderazgo y de gestión, de un buen puñado de
presidentes municipales. Sólo tres, escapan a esa fatalidad.
La tríada de la suerte son dos panistas y un priísta: el alcalde de
Nuevo Laredo, Carlos Cantú Rosas; el de Reynosa, Pepe Elías Leal; y la de
Matamoros, Leticia Salazar. ¿Las causas?.. 1.- La bondad de la geografía. La
tercia mencionada gobierna municipios de frontera. Y eso supone pasos
internacionales; que a su vez, acarrea un flujo de ingresos al cual sólo ellos
–la tajada que les deja la Federación; su parte, pues- meten mano.
En estas microrregiones operan puentes internacionales con un intenso
movimiento de mercancías para uno y otro lado de las fronteras. El dinamismo de
esta infraestructura portuaria, es tan impresionante que mueve buena parte de
aquellas economías locales. Tan relevante es el movimiento económico en ese
rubro, que de esa actividad se ha articulado uno de los grupos de poder más
sólidos y duraderos de la frontera: los agentes aduanales.
Ese monumental activo ha permitido a
Cantú Rosas, Pepe Elías y a Leticia, sortear desafíos tan ríspidos como las
exageradas deudas públicas de los ex: Nuevo Laredo inició con más de mil 200
millones de pesos de pasivos; Reynosa, con algunos 400 millones y Matamoros con
una cifra que todavía no se conoce a plenitud.
Jamás se vieron frenadas las instituciones en estos municipios. A pesar
de tales lastres, nunca afloraron indicios de ingobernabilidad o de parálisis
institucional. Los restantes Ayuntamientos, sufren aún las maldades de los
gobiernos que se fueron. 2.- El explosivo factor demográfico. Nuevo Laredo,
Reynosa y Matamoros, andan rondando el millón de habitantes. (Aunque el INEGI
presuma que esos lugares apenas arañan las 500 mil personas). Su peso en número
de habitantes, les hace blanco de programas federales y estatales para
cohesionar clientela.
Esa variable permite a la tercia de alcaldes –en estos momentos- tener
capacidad de maniobra y aglutinar consensos dentro de los estratos más
vulnerables de la población que gobiernan. Y obvio: permite a los jefes
edilicios alargar los envíos de participaciones estatales y federales. Otra
más: los presupuestos municipales asignados, están en función del número de
habitantes. 3.- La relevancia estratégica, para la obtención o retención del
poder estatal. Ningún político ni ningún partido puede ganar la gubernatura –en
la coyuntura actual- perdiendo la frontera norte.
Eso convierte a los Ayuntamientos mencionados, en objetivo medular tanto
para el partido en el poder como para las organizaciones opositoras. Es decir:
este ingrediente de la geopolítica proporciona mucho oxígeno a los proyectos en
el mediano plazo para los Presidentes municipales que conforman la tríada de la
buenaventura. (Algunos otros alcaldes de la región tienen su corazoncito.
En el sur al menos uno, cree tener capital político para jugar el 2016.
Y en el centro, Alejandro Etienne Llano confía en que le alcanzará un año y
medio de gobierno en situaciones precarias –arrastra una deuda muy densa de su
antecesor, gobierna la ciudad con mano trémula y ha dinamitado todos los
vínculos con los miembros del gabinete de Egidio Torre Cantú- para ser
considerado finalista para la sucesión gubernamental. Rema cuesta arriba el
alcalde capitalino. Es otra más, de las víctimas del colapso del Ayuntamiento
tamaulipeco. Probablemente, se enterará de ello cuando intente brincar de donde
está a cualquier otra responsabilidad pública). ¿La tripleta de la bonanza,
llegará con impulso al 2016?..
Resta un ejercicio de gobierno, bastante largo. Falta que corra mucha
agua, sobre el cauce del Bravo.
Lo cierto, es que los tres alegres alcaldes, serán invitados
indispensables al proceso electoral del 2015. En mucho los candidatos de sus
respectivos distritos electorales, le apostarán a sus sombras. Y sus
habilidades y sus gobiernos, delinearán con mucho, el triunfo o la derrota de
sus correligionarios.
Será su primer escollo. Y su primera prueba política. Será entonces,
cuando exhiban de qué herramientas los equipó la naturaleza, para vivir en la
jungla política…
No hay comentarios:
Publicar un comentario