lunes, 13 de enero de 2014

La tríada de la buenaventura…

El Fogón
José Ángel Solorio Martínez
         La crisis del Ayuntamiento tamaulipeco, encapsuló la potencia política de la mayoría de los 43 alcaldes. La gigantesca deuda pública que arrastran, la cesión de ciertas franjas de autoridad a los poderes fácticos y sobre todo la incapacidad para ser interlocutor de los diferentes grupos sociales asentados en esas microrregiones ante otras instancias de gobierno, han debilitado el poder municipal. Y por consecuencia: se han achicado las capacidades de liderazgo y de gestión, de un buen puñado de presidentes municipales. Sólo tres, escapan a esa fatalidad.
          La tríada de la suerte son dos panistas y un priísta: el alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Cantú Rosas; el de Reynosa, Pepe Elías Leal; y la de Matamoros, Leticia Salazar. ¿Las causas?.. 1.- La bondad de la geografía. La tercia mencionada gobierna municipios de frontera. Y eso supone pasos internacionales; que a su vez, acarrea un flujo de ingresos al cual sólo ellos –la tajada que les deja la Federación; su parte, pues- meten mano.
          En estas microrregiones operan puentes internacionales con un intenso movimiento de mercancías para uno y otro lado de las fronteras. El dinamismo de esta infraestructura portuaria, es tan impresionante que mueve buena parte de aquellas economías locales. Tan relevante es el movimiento económico en ese rubro, que de esa actividad se ha articulado uno de los grupos de poder más sólidos y duraderos de la frontera: los agentes aduanales.
          Ese monumental activo ha permitido a Cantú Rosas, Pepe Elías y a Leticia, sortear desafíos tan ríspidos como las exageradas deudas públicas de los ex: Nuevo Laredo inició con más de mil 200 millones de pesos de pasivos; Reynosa, con algunos 400 millones y Matamoros con una cifra que todavía no se conoce a plenitud.
          Jamás se vieron frenadas las instituciones en estos municipios. A pesar de tales lastres, nunca afloraron indicios de ingobernabilidad o de parálisis institucional. Los restantes Ayuntamientos, sufren aún las maldades de los gobiernos que se fueron. 2.- El explosivo factor demográfico. Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, andan rondando el millón de habitantes. (Aunque el INEGI presuma que esos lugares apenas arañan las 500 mil personas). Su peso en número de habitantes, les hace blanco de programas federales y estatales para cohesionar clientela.
          Esa variable permite a la tercia de alcaldes –en estos momentos- tener capacidad de maniobra y aglutinar consensos dentro de los estratos más vulnerables de la población que gobiernan. Y obvio: permite a los jefes edilicios alargar los envíos de participaciones estatales y federales. Otra más: los presupuestos municipales asignados, están en función del número de habitantes. 3.- La relevancia estratégica, para la obtención o retención del poder estatal. Ningún político ni ningún partido puede ganar la gubernatura –en la coyuntura actual- perdiendo la frontera norte.
          Eso convierte a los Ayuntamientos mencionados, en objetivo medular tanto para el partido en el poder como para las organizaciones opositoras. Es decir: este ingrediente de la geopolítica proporciona mucho oxígeno a los proyectos en el mediano plazo para los Presidentes municipales que conforman la tríada de la buenaventura. (Algunos otros alcaldes de la región tienen su corazoncito.
          En el sur al menos uno, cree tener capital político para jugar el 2016. Y en el centro, Alejandro Etienne Llano confía en que le alcanzará un año y medio de gobierno en situaciones precarias –arrastra una deuda muy densa de su antecesor, gobierna la ciudad con mano trémula y ha dinamitado todos los vínculos con los miembros del gabinete de Egidio Torre Cantú- para ser considerado finalista para la sucesión gubernamental. Rema cuesta arriba el alcalde capitalino. Es otra más, de las víctimas del colapso del Ayuntamiento tamaulipeco. Probablemente, se enterará de ello cuando intente brincar de donde está a cualquier otra responsabilidad pública). ¿La tripleta de la bonanza, llegará con impulso al 2016?..
          Resta un ejercicio de gobierno, bastante largo. Falta que corra mucha agua, sobre el cauce del Bravo.
          Lo cierto, es que los tres alegres alcaldes, serán invitados indispensables al proceso electoral del 2015. En mucho los candidatos de sus respectivos distritos electorales, le apostarán a sus sombras. Y sus habilidades y sus gobiernos, delinearán con mucho, el triunfo o la derrota de sus correligionarios.
          Será su primer escollo. Y su primera prueba política. Será entonces, cuando exhiban de qué herramientas los equipó la naturaleza, para vivir en la jungla política…


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