El Fogón
José Ángel Solorio Martínez
La instalación en el Comité
Directivo Estatal del PRI en Tamaulipas de Rafael González Benavides, configura
un escenario político inquietante para la clase política tricolor. Es este
abogado matamorense, un hombre de Leyes más que un animal político; es un ente,
hecho por el trajinar del Derecho y no por la enmarañada política regional; es un sujeto, delineado por la ruta
estricta de los reglamentos y no de la negociación pragmática que demanda el
sistema político local; es un líder manufacturado para tiempos de paz, de
equilibrio, de orden y no de confrontación y de alta competencia.
¿Entonces?..
¿Por qué ante la reñida competencia
que se avizora para el PRI, se unge a un líder de tan bajísimo perfil?..
¿Bajo qué motivo se deja a cuadros
indiscutiblemente calificados fuera del CDE?..
¿Qué
efectos puede acarrear esa medida insensata y desdeñosa, en un paisaje de
evidente sucesión gubernamental?..
¿Por qué
el CEN del PRI, aceptó esa solución inadecuada?..Sólo una respuesta, se acomoda
a todas esas interrogantes: el Centro ha decidido crear las condiciones para
una concertacesión en Tamaulipas. Al menos no existe, una interpretación más
coherente que el interés por la descomposición del sistema político estatal que
justifique el acomodo de un bloque gobernante opositor PAN-PRD. Los cabos
sueltos en el Pacto por México y los tironeos por la Reforma Energética –como
eufemísticamente se le llama a la privatización de PEMEX- y la desesperación de
la administración de Peña Nieto por atemperar los disensos, ponen en el
horizonte de la negociación el circuito del poder tamaulipeco.
¿Fantasioso?
¿Acaso el Salinismo no utilizó la cesión de
gubernaturas, para avanzar en lo que llamó las reformas estructurales?...
El arribo
de González Benavides al CDE del PRI, abona el camino al descalabro en una
elección federal que es paso fundamental para la sucesión gubernamental. Si se pierde
el 2015, quedarán en situación vulnerable todos los precandidatos priistas a la
gubernatura. Todos.
Sería la
tercera derrota en línea, para el PRI del gobernador Egido Torre.
Y tres tropiezos de tal envergadura, son muchos para un gobernador.
A esa falla de visión y de estrategia de los dirigentes institucionales, se suma una actividad articuladora y con prospectiva de las dos pinzas azules: el alcalde de Nuevo Laredo y la alcaldesa de Matamoros.
Y tres tropiezos de tal envergadura, son muchos para un gobernador.
A esa falla de visión y de estrategia de los dirigentes institucionales, se suma una actividad articuladora y con prospectiva de las dos pinzas azules: el alcalde de Nuevo Laredo y la alcaldesa de Matamoros.
En tanto en el priismo se percibe un
repliegue ante lo errático de las decisiones para enfrentar el futuro inmediato
-la contienda federal-, el panismo se mueve con dinamismo y expectativa –con
todo y que al momento, parezca un esfuerzo focalizado y local- posicionándose
ante un potencial electorado que cada día utiliza más su voto a favor de
partidos de oposición.
La
expansión de los proyectos de Nuevo Laredo y Matamoros es de esperarse en los
próximos meses, ante los vacíos que generará la ausencia de un liderazgo del
PRI con fuerza y rumbo. Y más: no será extraño que “el agua y el aceite” –PAN y
PRD- se fusionen para ir de la mano con candidato común al gobierno de
Tamaulipas. (Ante la carencia de presencias sólidas como para pelear
gubernaturas, el acomodaticio PRD en una franja de concertacesión podría pelear
espacios para cogobernar).
¿Por qué
se debe tener la certeza de que González Benavides, es una mala decisión?..
1.-
Carece de liderazgo ante los grupos de poder tamaulipecos. A finales de los 90
cuando ocupó la presidencia del CDE del PRI; fue un convidado de piedra. El
operador y dirigente de facto fue Miguel de la Rosa Medrano, el Secretario
General.
2.- No
tiene capacidad de interlocución con el CEN del PRI. Es un abogado que por
décadas ha estado retirado del ejercicio político y de las dinámicas
partidistas.
3.-
Generacionalmente, es un hombre desfasado de las corrientes políticas
regionales.
4.-
Carece de una carrera política real.
La ingeniería
política para la concertacesión, está en marcha.
Se olfatea la cuarta derrota…
Se olfatea la cuarta derrota…
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