Enrique Peña Nieto, ex gobernador del Estado de México y el más probable candidato del PRI a la Presidencia, manifestó que si gana realizará cambios.
Algunos de esos cambios ya se deberían de haber realizado, pero el mismo PRI los ha bloqueado en el Congreso.
Peña Nieto expresó que de llegar a la Presidencia, abrirá PEMEX a la inversión privada. En el 2008 el Gobierno Federal presentó una iniciativa para abrir PEMEX a la inversión privada, pero los diputados y senadores del PRI se opusieron a ese cambio.
Peña Nieto señaló que no está de acuerdo con las reformas constitucionales que en el 2007 limitaron la libertad de expresión en los procesos electorales e impusieron una doble tributación a radio y televisión; sin embargo, esas reformas fueron una iniciativa de senadores del PRI.
Peña Nieto habló de reducir el número de legisladores en el Congreso, pero cuando el Presidente Calderón presentó una iniciativa en diciembre de 2009 para disminuirlos, legisladores priístas se opusieron.
En conclusión, Enrique Peña Nieto anunció que de ser Presidente hará cambios en materia energética, política y electoral, pero, paradójicamente, diputados y senadores de su partido fueron los que se opusieron en la última década a esos cambios.
El rechazo en los últimos años por parte de los diputados y senadores del PRI en el Congreso a las ahora propuestas del candidato del PRI a la Presidencia, nos lleva a concluir que si en realidad Peña Nieto busca realizar esos cambios, necesarios para modernizar a México, sus primeros enemigos serán los propios priístas, quienes por intereses y compromisos, durante los últimos diez años, no han querido implementar los cambios que ahora propone su principal precandidato presidencial.
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