Por : Martín Díaz Salazar
De una manera burda y amparándose en la inseguridad que priva en Tamaulipas, el gobierno del estado prepara el camino para manejar la obra pública con manos libres y sin respetar la “Ley de Obras Públicas para el Estado de Tamaulipas”.
A más de nueve meses de iniciada la administración del Ing. Egidio Torre Cantú, se desconoce el monto de las obras en proceso de construcción, la forma de asignación de las mismas y la identidad de los constructores beneficiados. El gobierno del estado ha venido maquinando una serie de acciones encaminadas a justificar la falta de transparencia en la asignación de millonarios contratos.
Las características que describen lo que podría ser el sello de la presente administración, son el completo desconocimiento de las leyes, un valemadrismo impresionante y una voracidad que hace parecer un santo al ojiverde que recién se fue.
Todo esto respaldado por el titular de Obras Públicas del Gobierno del Estado, Manuel Rodríguez Morales, quien hasta hace poco se desempeñó como Sub secretario de Infraestructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Una de las acciones encaminadas en ese sentido fue la firma del acuerdo entre el gobierno del estado y constructores, anunciada el pasado 24 de agosto por Leticia Santoyo, enlace de comunicación social de la Secretaría de Obras Públicas, en el cual se acordó mantener en “opacidad” el resultado de las licitaciones de construcción de obra pública, por lo que no se darían a conocer los nombres de los ganadores de los concursos, señalando que es por seguridad de los empresarios.
Al cuestionar los motivos por los que no se hacían públicos los nombres de los ganadores de los concursos, la funcionaria aseguró que “en Tamaulipas sí hay transparencia, lo que no hay es seguridad”, intentando justificar la “opacidad” en las licitaciones que se están dando en una administración que sigue demostrando una completa ignorancia (o falta de respeto) de las leyes.
LA TOMBOLA DE LA CONSTRUCCION
Siguiendo con la pretensión de manejar la obra pública a su antojo, el Subsecretario de Infraestructura de Transporte, Genaro Torres Taboada, señaló en una rueda de prensa celebrada el pasado 24 de agosto, que la obra pública en Tamaulipas se está decidiendo a la suerte, por medio de una tómbola, explicando que son invitados tres o cuatro empresas de la región y por medio de este “democrático” método se asignan los contratos para la ejecución de obra en Tamaulipas.
A manera de ilustrar al señor subsecretario, podemos señalar que la “Ley de Obras Públicas para el Estado de Tamaulipas” es el documento que rige a todos los organismos que manejan recursos para la construcción en el estado, y a ese deben apegarse tanto los constructores como los funcionarios encargados de este rubro en los distintos niveles de gobierno, y en ningún artículo de esa ley se tiene contemplada la asignación de obra por medio de una tómbola, por lo que el funcionario estatal está incurriendo en una irregularidad.
El subsecretario de Infraestructura de Transporte agregó que se tiene una “lista roja” de constructores que no han cumplido o no se presentaron a responder la invitación para estar presentes en la “tómbola”, asegurando que hasta ese momento se tenían contempladas 4 empresas constructoras, que serán vetadas para futuras obras, dejándolos fuera de la posibilidad de participar en los concursos para asignación de obra.
Tal vez el método de la tómbola, inventado por el subsecretario - o en el peor de los casos, por el que manda en Tamaulipas - sea sólo una forma de justificar las asignaciones directas de obras para los “constructores amigos” de la actual administración estatal.
El método de “asignación directa”, es una estrategia que ha sido utilizada por los diferentes niveles de gobierno, para comprar complicidades y pagar compromisos adquiridos durante las campañas políticas.
En el sexenio pasado, algunos constructores cercanos al primer círculo del mandatario en turno fueron favorecidos con asignaciones de obras por montos millonarios, de ahí que, interpretando las declaraciones del subsecretario de Infraestructura de Transporte, podemos deducir que las asignaciones directas seguirán siendo el “sello” de casa de la actual administración estatal.
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