Luis Pazos
En las épocas en que más se endeudó el gobierno el siglo pasado, fue cuando más aumentó la miseria en México. En los años 80 la deuda externa del gobierno federal representó más del 60% del PIB, que fue cuando más se empobrecieron los mexicanos; en los 90, significó alrededor del 30% y en la primera década de este siglo, menos del 10%. Ahora el problema es el endeudamiento de los estados.
En los estados de la República donde más se incrementó la pobreza extrema es también donde más se aumentó el endeudamiento. En el estado de México el número de pobres creció en 214,000 personas, y el segundo estado donde aumentó más la pobreza es Veracruz, con 183,000 pobres más, según datos del informe “Pobreza en México y las entidades federativas 2008-2010” de CONEVAL. Del 2001 al 2010, en el estado de Veracruz la deuda del gobierno estatal aumentó en 77,771% y en el estado de México casi en 3000%.
Si establecemos una relación de causa-efecto endeudamiento–pobreza en base a lo sucedido en esos estados y en México el siglo pasado, podríamos concluir que a mayor endeudamiento más ciudadanos en extrema pobreza. Pero la verdadera causa no es el endeudamiento en sí, sino el mal uso y el incierto destino de los recursos provenientes de los endeudamientos. No hay una rendición de cuentas claras sobre en qué se gastan esos recursos. En los estados con mayores crecimientos de sus deudas se realizaron recientemente elecciones, lo que presume que parte de ese endeudamiento fue para buscar votos y no para resolver problemas sociales.
Está probado que los regalos, ayudas y subsidios para ganar el voto no ayudan a reducir la pobreza, en ocasiones la agravan, como lo demuestran las cifras que acabamos de analizar. Lo que se necesita en algunos estados de la República no es más dinero ni más deuda, sino que apliquen los recursos que ya tienen correctamente y den cuentas claras de su destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario