Feliciano Ragel Montoya |
“Por mis pistolas”
Julio 13/2017
“Por mis pistolas” No cabe duda, que
algo anda mal en este país y estado, ayer conversamos con el director de CANACO, Jorge Pensado consejero nacional de COPARMEX y con el diputado Juan Carlos Córdoba, y
vaya que las respuestas fueron muy interesantes. ¿pero cual fue le tema? El
tema era si los propietarios de negocios, pequeños, medianos o grandes, tienen
derecho a armarse.
La ley federal de armas de fuego, en
sus artículos 25,26,27,28,29,30,31,32,34,35 y 36, es muy clara,
pero más aun en sus artículos, 25 y 26, que en términos generales
dicen lo siguiente: Artículo 25. Las licencias para la portación de armas serán
de dos clases:
Particulares; que deberán revalidarse
cada dos años, y Oficiales, que tendrán validez mientras se desempeñe el cargo
o empleo que las motivó. Y el Artículo 26. Las licencias particulares para la
portación de armas serán individuales para personas físicas, o colectivas para
las morales, y podrán expedirse cuando se cumplan los requisitos siguientes: En
el caso de personas físicas: Tener un modo honesto de vivir; Haber cumplido,
los obligados, con el Servicio Militar Nacional; No tener impedimento físico o
mental para el manejo de las armas; No haber sido condenado por delito cometido
con el empleo de armas; No consumir drogas, enervantes o psicotrópicos, y Acreditar, a criterio de la Secretaría de la
Defensa Nacional, la necesidad de portar armas.
Eso es a grandes rasgos, en México,
la ley lo permite, si los comerciantes quieren tener una arma en su negocio,
están en su legitimo derecho, lo que si llevaría a una controversia, seria si
ocurre algún hecho violento, saber su fue en legitima defensa o no, porque la
ley en este sentido en Tamaulipas, es ambigua, débil y
protectora de los delincuentes del fuero común. Para justificar legitima
defensa, tendríamos que llamar a los vecinos, amigos y familiares, para que
sean testigos, y segundo preguntarle al delincuente si trae arma, que tipo de
arma es, si realmente la va a usar, si efectivamente quiere robar, y si lo hará
con el arma o no, y para que eso pase esta cabrón. Por eso la mayoría de
las victimas mejor se quedan con el chingazo.
Armarse o no, para mi punto de vista,
no es la discusión, si no la adecuación de las leyes que protegen al ciudadano
para su legitima defensa, porque con estas que nos rigen actualmente, lo más
seguro es que el ofendido pise la cárcel, que un delincuente, con todo y que lo
agarren con las manos en la masa.
Por más lamentable, es llegar a estos extremos, donde ofendidos y
ofensores, salen perdiendo, está comprobado que, la violencia no resuelve la
violencia. Los países más seguros son aquellos que no están armados, los países
nórdicos, Canadá, Costa Rica, son ejemplos de cómo la seguridad ciudadana si
funciona y funciona muy bien. Pero no los mexicanos estamos aferrados y sus
autoridades a copiar el sistema de Estados Unidos, del uso de las armas,
ejemplo que ha dado las más grandes atrocidades para la población.
Si se quiere copiar, ojala se copie
lo bueno. Porque si de armarse se trata, solo seria cuestión de legalizar, lo
que ya está hecho, porque muchos hogares en México, ya cuentan con armas de
fuego, y los accidentes han sido recurrentes.
Lo que esperamos los mexicanos
y tamaulipecos, son proyectos
estratégicos, no buscar a quien echarle la culpa de los errores, y tampoco es
valido culpar al pasado, este es nuestro presente y lo tenemos que afrontar, el
gobierno en sus 3 ordenes deben de asumir su compromiso. Porque la violencia
genera violencia. Al tiempo.
De aquello y lo demás…
Amigas y amigos, como lo hemos
reiterado en radio y en esta columna, la cultura cívica y de buenos vecinos es
fundamental para muchísimas cosas, la limpieza es una de ellas; mire me toca
pasar a diario por 2 drenes de desagüe de aguas pluviales, y es inconcebible
ver a los vecinos del mismo sector, arrojar cuanta cosa se le ocurre, desde
muebles del hogar, hasta llantas, y eso no ayuda en nada a las inundaciones que
provocan las lluvias.
Ya el alcalde de Matamoros, Jesús De
la Garza, a través de protección civil, de la Junta de Aguas, ha puesto el dedo
sobre la llaga, pero nada se puede hacer en oídos sordos, la población sigue
arrojando de todo a la calle y drenes, y luego para colmo, se quejan de
inundaciones.
Vivimos en una ciudad proclive a las
inundaciones, el nivel sobre el mar, es muy bajo en muchos sectores, esas son
cuestiones naturales, pero lo que si es imperdonable, es ver a señoras, niños y
jóvenes, adultos y de todas las edades, arrojar la basura desde sus vehículos,
tirar los desechos a la orilla de los canales de desagüe pluvial.
Lamentable es eso. Y luego esos
mismos, son lo que se quejan que el presidente no hace nada, que la Junta de
Aguas, esta igual, cuando la responsabilidad no es de Chuchin, sino de todos,
con responsabilidad y cultura.
chanorangel@live.com.mx
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