lunes, 12 de junio de 2017

Los compadres del Secretario del Ayuntamiento de Río Bravo.

Oscar Diaz Salazar
El bautizo del niño Emiliano Sierra Cantú, además de tener el significado religioso y primario de este acto, tuvo un alto valor político en el momento de su realización. Su importancia ha crecido con el paso del tiempo, que ha sido favorable para las carreras políticas de los padres y padrinos del niño antes citado.

A la pila bautismal concurrieron: el padre del infante, Sergio Alfonso Sierra Hurtado y su señora esposa; siendo los padrinos Enrique Rivas Cuéllar y Adriana Herrera Zárate.

A partir de la buena fortuna que han tenido los padres y padrinos de Emilianito Sierra, es válido decir que el Nene llegó con una torta bajo el brazo, pues además de que su padre es hoy el Secretario del Ayuntamiento de Río Bravo, su "domingo" debe ser bastante generoso, pues sale del bolsillo del presidente de Nuevo Laredo, que es el municipio con el presupuesto más grande de todo el estado.

Los detractores del secretario del Ayuntamiento de Río Bravo afirman que el presidente Diego Guajardo "está durmiendo con el enemigo", pues los afectos, las afinidades, los compromisos políticos y el compadrazgo que unen a su Secretario con el alcalde panista de Nuevo Laredo, son perjudiciales para los intereses de Guajardo y de su partido... a menos que el edil riobravense ya esté pensando en el enésimo brinco partidista y se prepare para defender los colores y las siglas del PAN.

La permanencia de Sierra Hurtado en la Secretaría del Ayuntamiento de Río Bravo, no debe prolongarse por mucho tiempo. Los modos del "cuasi policía" Sierra Hurtado, son en gran medida la causa de la descomposición que se vive en el cabildo y esto se evidencia en cada sesión en la que se cuentan por decenas las fallas al Código Municipal, a los reglamentos municipales y a las más elementales reglas de cortesía política.

Dicen que "quien se junta con lobos a aullar se enseña", y en el caso de quien fuera Agente del Ministerio Público en la ciudad de Nuevo Laredo, se le notan los modos policíacos que por más de un lustro observó en sus compañeros de labores, los agentes de la policía ministerial. Por eso no es extraño que pretenda limitar a los ediles en las sesiones de Cabildo, ni que quiera sesionar en privado, en lo obscurito, como lo prevé la ley como excepción, y no hacerlo frente al público, en forma abierta, como lo indica la regla.

Deben ser preocupantes los nexos políticos de Sierra Hurtado, para los priistas, pues genera desconfianza en la lealtad hacia sus siglas. Se dice que hay otras razones de mayor peso para pronosticarle poco tiempo como funcionario municipal al reynosense que radicó por varios años en Nuevo Laredo.

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