Jose Angel Solorio Martinez |
La renovación de la esperanza…
Ni el triunfo de los Vientos de Cambio en Tamaulipas, parece haber
impactado tanto en la mentalidad de los tamaulipecos, como el incendiario
gasolinazo del Presidente Enrique Peña Nieto. Los resultados del 5 de junio
pasado, fueron fatales para el PRI –perdió la mayoría del Congreso, de los
Ayuntamientos y la gubernatura- y el PRD –los efectos todavía los están
pagando: expulsiones y satanizaciones que no acaban de atemperarse-
El gasolinazo, parece haberles flameado sus rostros.
Al menos eso es lo que se infiere de los recientes sondeos de opinión:
MORENA se trepa al primer lugar de preferencias, el PAN se consolida en segundo
lugar, los independientes en un tercer lugar y el PRI en un modestísimo cuarto
lugar.
La muestra estadística fue de carácter nacional.
Y como tal, puede extrapolarse –con sus asegunes- en nuestra región.
Probablemente, no sea en esas dimensiones las diferencias entre unos y
otros partidos.
E incluso, no sea ese el orden de afectos del electorado tamaulipeco con
esas fuerzas políticas y sus candidatos.
Lo cierto, es que los aumentos a la gasolina, reventaron los prestigios
de los partidos que en un tiempo vehementemente aplaudieron la reforma
energética y hace unos días defendieron el incremento en el precio del
combustible: PRI, PAN y PRD.
Si alguien cree, que los Vientos de Cambio socavaron al PRI en la
región, debería imaginar, ponderar, los efectos del gasolinazo. Si se veía a un
tricolor dolido, herido, golpeado, por el huracanado triunfo azul, hoy por los
efectos de la gasolina se percibe como un ente agónico y sin fortaleza para
levantarse y andar en un 2018 que le tiene destinado un deshonroso cuarto
sitio.
El gasolinazo, despojó al PRI de candidatos sólidos para las 8
diputaciones y las dos senadurías. Y le arrebató la posibilidad, de convertirse
en un contrapeso serio para el panismo en Tamaulipas.
Al mismo tiempo, liquidó los pocos liderazgos emergentes que operaban en
el Congreso de la Unión: hizo trizas a los legisladores institucionales.
(Igual al PAN en Tamaulipas. Pero este tiene la administración estatal,
que no es poca cosa en un escenario de crisis).
El terreno está propicio para la transformación.
¿Tomará la sociedad, los senderos del cambio?..
¿Habrá actores locales, que puedan reemplazar lo viejo y podrido de un
régimen que se niega a irse?..
Uno de los escasos impactos positivos del gasolinazo, -sin duda- es la
renovación de la esperanza…
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