Los charlatanes y las
charlatanas
de la política…
Jose Angel Solorio Martínez
Muy pocos Ayuntamientos tamaulipecos,
iniciaron con acierto sus responsabilidades. Su inexperiencia -los está
llevando a la exclusión y a caminar a puro tumbo-, ya está preocupando a las
sociedades que gobiernan. Sólo dos administraciones municipales azules, están
mostrando habilidades y destrezas en sus acciones de gobierno: la de Nuevo
Laredo y la de Ciudad Madero.
Y del PRI –que sacó todo su afilado colmillazo
para gobernar con tino tras la derrota del 5 de junio, en la búsqueda de su
reinvención- sólo Matamoros, Río Bravo y Victoria la libran.
La administración nuevolaredense lidereada por
Enrique Rivas, inició con banderas desplegadas por el apuntalamiento de cuadros
administrativos probados en el trienio anterior que encabezó Carlos Enrique
Cantú Rosas. Eso valió, para que la transición fuera tersa y sin aspavientos.
En Ciudad Madero, el empresario Andrés
Zorrilla dio muestras de destrezas política y administrativa, al tomar posición
sobre los problemas de contaminación de PEMEX por décadas tolerados por
administración municipales petroleras o filo petroleras. Eso y la ausencia de
quejas por la herencia del gobierno maderense anterior, ha hecho crecer su
liderazgo en todo el sur de Tamaulipas.
Los priistas, ante lo adverso del escenario
que enfrentan se han aplicado en serio. Chuchín Garza del Guante, es otro
alcalde que no tiene la vista puesta en el pasado para justificar la falta de
recursos o de la recepción de un equipamiento deteriorado. Está en lo suyo. Y
para ello, cuenta con una cantera de cuadros administrativos de gran
experiencia.
El alcalde de Río Bravo, Diego Guajardo
exhibió lo que le han enseñado los años de gobierno. Tiene contra la pared a la
administración cabecista con el amparo que disputa la COMAPA para el
Ayuntamiento y mostró plausible actitud de trabajar en las colonias y
comunidades rurales apartadas de la cabecera municipal.
En la capital, Oscar Almaraz es un alcalde que
sabe, como pocos, el manejo de los resortes para obtener fondos en dependencias
federales. Su papel en áreas administrativas de alto nivel, lo capacitaron para
la gestión de fondos con la apertura de puertas de sus amigos los diputados y senadores
priistas.
Los restantes jefes edilicios dan pena.
El quejido permanente de que los dejaron sin
recursos, ya es considerado como una justificación para su incapacidad de
liderazgo.
Doña Maky Ortiz, alcaldesa de Reynosa,
Tamaulipas, es una muestra de que la ineficiencia y la torpeza administrativa,
son hermanas de la corrupción.
Sin en menor sentido social, incrementó en 150
por ciento los cobros a gente vulnerable en instituciones de salud públicas.
Sin el menor sentido común –ya no talento- se maneja en el Cabildo incurriendo
cada día en graves errores en el orden procesal de su papel y sus obligaciones
como Presidenta.
(Uno de los baluartes del Ayuntamiento, el
síndico Alfredo Castro Olguín, no asistió a la reunión de Cabildo…porque no lo
invitaron!!).
No se necesitan 100 días para evaluar.
A estas alturas, el ciudadano ya evaluó.
Está afilando su credencial de elector, para
cercenar los sueños de reelección de tanto charlatán -y charlatana- de la
política en Tamaulipas…
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