Abraham Mohamed |
Aún hay indulgencias en política
Puede darse la entrega negociada
de Javier Duarte y Guillermo Padrés
Conforme
pasan los días y “nadie sabe cómo seguirles la pista” para capturar a los prófugos ex gobernadores
Guillermo Padrés, panista de Sonora y Javier Duarte, priista de Veracruz
-¿usted cree eso?- acusados de presunta malversación de fondos públicos y
lavado de dinero por varios miles de millones de pesos, para la inmensa mayoría
de los mexicanos esto es una treta más convenida entre los partidos y el
gobierno federal en la que ambos inculpados finalmente “serán bien tratados por
la justicia”, junto con todos sus presuntos cómplices.
Y
esto es porque aunque se compruebe que se enriquecieron ilícitamente con
recursos públicos y haciendo negocios sucios, gente cercana a ellos no se mide
en comentar a quienes quieren escucharlos, que ambos contribuyeron con fuertes
cantidades de los fondos públicos para la campaña de sus respectivos candidatos
a la Presidencia de la República y además también tuvieron que “endrogarse”
porque el desfalco de las arcas creció por los cientos de millones que tuvieron
que gastar en el pago de salarios, viáticos, hoteles, vehículos y hasta en la construcción de cuarteles y otras
instalaciones para las elementos de la Policía Federal, militares y marinos que
acudieron a sus entidades para apoyarlos en la lucha contra la delincuencia
organizada; ah, y ya no se diga en la atención para “las recomendaciones que recibían a fin de asignar contratos de
obras a favoritos de funcionarios de muy alto nivel con todo lo que eso implica”.
Hasta
ahora tanto Duarte como Padrés han permanecido ocultos y callados. No han dicho
ni “pío” sobre esto, a pesar de que cercanos colaboradores, amigos y familiares han sido detenidos,
sometidos a investigación y sus oficinas y residencias cateadas por la policía.
Pudiera
ser que su silencio se debe a que así fue acordado y aceptado por ellos y su
dirigencia partidista con el Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio
Chong, obviamente con la aquiescencia del Presidente Peña.
También
pudiera ser que tras terminar de “plancharse bien” los cargos que se les hagan
formalmente al “agotarse las negociadas investigaciones”, ambos vayan a
entregarse voluntariamente a la justicia y se releven de ciertas
responsabilidades a algunos de sus respectivos inculpados tildados como
presuntos cómplices para que recuperen su libertad lo más pronto posible, pero
eso sí, decomisándoles algunos de los bienes cuya adquisición legal no justifiquen
legalmente.
Por
último, creo que tanto ellos como sus respectivos parientes y “patrones” -el
priista Javier Duarte y el panista Guillermo Padrés- podrán “darse por bien
tratados” aunque no salgan absueltos, exonerados de responsabilidades, si sus
penalidades son menores, calificadas
como delitos no graves con lo que, tras regresar bienes como “reparación de
daños” el proceso se agilizará y podrán recuperarán en muy poco tiempo su
libertad con una simple fianza.
No
falta mucho para confirmar o no lo que acabamos de apuntar sobre el futuro de
Javier Duarte y Guillermo Padrés, pero además también sabremos lo que no va a
pasar con los priistas Roberto Borge, Rodrigo Medina, los hermanos Moreira y
César Duarte.
Mención
aparte requiere el perredista Angel Aguirre Rivero, sobre quien pesa la carga
del atentado y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa porque ocurrió
el terrible hecho cuando fungía como gobernador de Guerrero.
P.
D. Ya lo dijo el Presidente Peña Nieto muy en su papel: “cada quien es
responsable de sus acciones y tiene que disfrutar o enfrentar, según sea el
caso, lo que de ellas se generen, pero…..de que hay indulgencias…¡claro que las
hay!
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